La vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, María Ávila Serna, y Pawe? Jacek Wozny, consejero de Asuntos Políticos y de Prensa de la embajada de Polonia, coincidieron en que el Holocausto ha sido la tragedia más terrible de la humanidad, por lo que es importante conmemorarlo para evitar que vuelva a suceder.
Durante la inauguración de la exposición fotográfica “Jugándose la Vida: Polacos que socorrieron a judíos en el Holocausto”, la también presidenta del Grupo de Amistad México-Polonia resaltó que la guerra, el odio y la discriminación no llevan a nada bueno e hizo un llamado a la conciencia y “saquemos lo mejor de nosotros mismos para ser generosos y tolerantes”.
Explicó que la muestra prestada por el Museo de Historia de los Judíos de Polonia, ubicada en el ala norte del vestíbulo del recinto legislativo, busca dar a conocer cómo la discriminación y el odio llevan a hechos dramáticos sin razón de ser; “desgraciadamente en la actualidad a nivel mundial el racismo y la intolerancia nuevamente han despertado”.
La exposición está conformada por 17 láminas, a través de las cuales se explican los comienzos de la Segunda Guerra Mundial y se refleja la expresión de rostros y las condiciones de vida de los judíos en esa difícil etapa en la que el territorio de Polonia fue ocupado por los nazis.
Destacó que durante los seis años de ocupación nazi, Polonia vivió no sólo una época de mucha tristeza y horror, sino que también de valentía con extraordinarios esfuerzos para salvaguardar la vida de los judíos, a pesar del peligro que corrían las familias.
Por su parte, Pawe? Wo?ny, representante de la embajada de ese país en México, mencionó que la exposición tiene el propósito de rendir homenaje a los polacos que ayudaron a los judíos durante la Segunda Guerra Mundial arriesgando su propia vida en la tragedia del Holocausto.
Recordó que durante la Segunda Guerra Mundial, los polacos compartieron gran parte de la suerte de los judíos y otras naciones perseguidas, siendo la suya la primera en ser ocupada por los nazis en 1939. Durante estos hechos, cerca de la quinta parte de su población falleció.
El diplomático narró que en Polonia vivían cerca de tres millones de judíos, antes del episodio bélico; por ello, cuando comenzó su persecución se colocaron en este sitio los campos de exterminación.
En palabras de Pawe? Wozny, para evitar que estas tragedias vuelvan a suceder deben ser conmemoradas y construir tolerancia, porque la base del Holocausto fue el odio al diferente aunado a un nacionalismo extremo.
Posteriormente, se realizó en San Lázaro la proyección del filme “En el nombre de sus madres, historia de Irene Sendler”, un documental sobre esta enfermera, también conocida como “el Ángel de Varsovia” o “La madre de los Niños del Holocausto”, quien salvó la vida de más de dos mil 500 judíos, ayudándolos a escapar del gueto, barrio en el que eran obligados a vivir bajo control nazi.