El caso de Sheylla Lisbet Gutiérrez Rosillo, la peruana desaparecida en Estados Unidos desde el pasado 9 de agosto, ha generado conmoción en Perú y mantiene en alerta a las autoridades de ambos países. En paralelo a la búsqueda internacional, la Cancillería peruana confirmó la repatriación de sus tres hijos menores, quienes llegaron este sábado a Lima en un vuelo comercial procedente de Ciudad de México.
La operación se llevó a cabo en coordinación con los consulados generales del Perú en Los Ángeles y México.
Según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores, la intervención se ejecutó de manera inmediata y discreta, priorizando en todo momento la protección y el bienestar de los niños. Los menores fueron recibidos en el aeropuerto Jorge Chávez por funcionarios de la Cancillería y representantes del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), encargados de garantizar su atención y protección integral.
La Cancillería peruana no solo gestionó la repatriación de los menores, sino que también ha ratificado su compromiso con las investigaciones internacionales, ya que mantiene coordinación constante con las autoridades norteamericanas.
El mismo día de la repatriación, arribó también a Lima, Josimar Cabrera Cornejo, pareja de Sheylla Gutiérrez y principal sospechoso de su desaparición. Cabrera fue detenido por la Policía Nacional apenas pisó suelo peruano y trasladado a medicina legal para los exámenes correspondientes. Sin embargo, su situación judicial es incierta: al no existir una denuncia formal en Perú, fue liberado tras permanecer algunas horas bajo custodia policial.
La familia de Sheylla lo señala como presunto responsable, pues aseguran que la mujer era víctima de maltratos físicos y psicológicos durante su estancia en California. “Ella venía sufriendo agresiones, y ahora no sabemos nada de ella”, comentó un familiar a la prensa.
Mientras tanto, la policía de Los Ángeles avanza en las investigaciones. En los últimos días, las autoridades accedieron a cámaras de seguridad del condominio donde vivía la pareja, que muestran a Josimar Cabrera caminando de un lado a otro el sábado 9 de agosto, fecha en la que Sheylla fue vista por última vez y dejó de comunicarse con su familia en Perú.
La versión de Cabrera, quien aseguró a su suegra que Sheylla había sido detenida por Migraciones, fue desmentida por la propia policía estadounidense. Con ello, la desaparición quedó registrada como un caso criminal y las pesquisas continúan.
La familia recuerda que Sheylla había mantenido contacto constante con su madre, Helga Rosillo, hasta el día de su desaparición. En su última videollamada, Sheylla habría mostrado cierta preocupación, pero no alcanzó a dar mayores detalles.
Los registros en Perú confirman que Josimar Cabrera ya había sido denunciado por violencia familiar. En 2017 fue acusado de agredir y amenazar de muerte a Sheylla, incluso delante de sus hijos. Cinco años antes, en 2012, había sido detenido por portar un arma y envoltorios de PVC.
Confirman hallazgo del cuerpo de Sheylla
El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) confirmó a través de una publicación en X la muerte de Sheylla Gutiérrez. Sin embargo, poco después la entidad eliminó el comunicado. Pese a ello, Jessy Gutiérrez, hermana de Sheylla, ratificó la lamentable noticia.
Jessy confirmó a Latina Noticias que la policía de California les informó sobre el hallazgo del cuerpo de su hermana la noche del sábado. Ahora, la familia de Sheylla inicia una nueva batalla en la búsqueda de justicia y exige la captura del principal sospechoso de su muerte: Josimar Cabrera.