El hallazgo del cuerpo sin vida de un niño de 5 años en una vivienda de La Paz, Estado de México, marcó el desenlace de una investigación que involucra a tres miembros de una familia, ahora recluidos en el Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Nezahualcóyotl.
Según la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), los detenidos, identificados como Carlos “N”, Ana Lilia “N” y Lilia “N”, enfrentan cargos por delitos relacionados con la desaparición del pequeño y otros posibles ilícitos en perjuicio de la víctima.
Fernando fue asesinado tras ser secuestrado, como represalia por una deuda de apenas mil pesos que su madre no logró saldar. Su cuerpo, hallado días después en una habitación de un predio y dentro de un costal en estado de descomposición, reveló la crueldad con la que se cobraron la cuenta mínima, dejando al descubierto el acto de violencia extrema.
De acuerdo con los reportes judiciales, la secuencia de los hechos, reconstruida a partir de las indagatorias de la FGJEM, revela que el 28 de julio dos de las implicadas acudieron al domicilio de una mujer en la colonia Ejidal El Pino con el pretexto de exigir el pago de una deuda económica.
Ante la imposibilidad de la deudora para saldar el monto reclamado, las ahora detenidas habrían decidido llevarse a su hijo de cinco años, advirtiendo que “no se lo entregarían hasta que pagara el dinero que les debía”.
Bajo la amenaza, Fernando fue puesto bajo cuidado de una familia integrada por la pareja de aparente 50 y 55 años, y su hija de 25, quienes lo tuvieron en un domicilio ubicado sobre la calle Carmen Serdán.
“El padrastro y la mamá pidieron un préstamo con esta señora, y como no lo podían pagar, vinieron por el niño hasta su casa y se lo quitaron. Le dijeron que no se lo iban a regresar hasta que no pagaran el adeudo que tenían con esas personas”, explicó Karen Reséndiz para el diario Excélsior, quien es vecina del lugar y en ocasiones llegó a cuidar a Fernandito cuando su mamá vivía en la misma vecindad donde el niño perdió la vida.
La madre, identificada bajo el nombre de Marcelina, intentó en repetidas ocasiones ver a su hijo en el domicilio de los presuntos responsables, pero no le permitieron el acceso. Esta situación la llevó a presentar una denuncia formal ante la Fiscalía el 4 de agosto.
Ese mismo día, agentes de la FGJEM y de la Policía Municipal de La Paz se movilizaron hasta la vivienda de los investigados, ubicada en la misma colonia que el domicilio de la víctima. En el lugar, localizaron el cuerpo del niño, que había sido ocultado, lo que sugiere un intento deliberado de encubrir el hecho.
Tras el hallazgo, Carlos “N”, Ana Lilia “N” y Lilia “N” fueron detenidos y puestos a disposición del Agente del Ministerio Público, quien inició la investigación correspondiente por delitos vinculados a la desaparición de persona y otros posibles delitos en agravio del menor.
Posteriormente, los tres fueron remitidos ante un juez en el penal de Nezahualcóyotl, donde se determinará su situación jurídica mientras continúan las diligencias para esclarecer las causas de la muerte del niño.
Desde temprana edad, Fernando enfrentó una situación de vulnerabilidad y violencia dentro de su propio entorno familiar, Karen Reséndiz confesó que el niño sufría maltrato físico y negligencia alimentaria por parte de su padrastro.
“No le daban de comer ni nada. Luego el niño venía y nos pedía si le regalábamos un taco porque el padrastro también le pegaba. El padrastro, como era alcohólico, también golpeaba al niño”, relató. La misma vecina mencionó que, en ocasiones, el menor se veía obligado a tomar comida sin permiso para poder alimentarse.
Con información de Infobae.