La Ceratomyrmex ellenbergeri, que exhibe un elegante cuerno en su cabeza, es una nueva especie de hormiga descubierta por un grupo de científicos chinos en colaboración con el Centro Nacional para la Investigación Científica francés (CNRS), según un artículo publicado recientemente por la revista Current Biology.
El grupo de paleontólogos y geólogos que han descubierto esta hormiga unicornio la han identificado en cuatro diferentes fragmentos fosilizados en ámbar del valle de Hukawng, en Birmania.
Este insecto vivía hace 99 millones de años, durante el Cretácico Superior, el mismo en el que se extinguieron los dinosaurios, y presentaba unas enormes mandíbulas verticales y un cuerno frontal prominente que recuerda al de un unicornio.
Medía menos de 10 milímetros de largo y su morfología, con unas poderosas mandíbulas-trampa que se cerraban muy rápido, sugiere que eran depredadoras y que además –aunque las hormigas son insectos sociales– cazaban en solitario. Se servían de su cuerno como señuelo para atraer y atrapar a sus presas, que solían ser más grandes que ellas.
Su característica mandíbula-trampa con forma de hoz la comparte con un grupo de hormigas que existen en la actualidad, las del género Odontomachus, aunque estas no son una evolución de aquellas; de hecho, la Ceratomyrmex ellenbergeri desapareció cuando estaba cerca el final de la era Mesozoica.