En Sidney, Australia, un equipo de cazadores de reptiles recibió una llamada de un ciudadano, quien les reportó haber visto serpientes negras de vientre rojo en su jardinera.
Al acudir al lugar de los hechos, esperando encontrar cuatro o cinco serpientes adultas como máximo, se llevaron una gran sorpresa, pues al comenzar a escarbar en el patio, encontraron 40 serpientes, pero siguieron apareciendo más y más, hasta obtener un total de 102 serpientes.
Al revisarlas, los cazadores descubrieron que dos hembras habían dado a luz en el patio, lo cuál indicaba que la mayoría de las serpientes encontradas eran crías.
Las serpientes negras de vientre rojo son menos venenosas que otras especies en Australia, pero su mordedura es suficientemente tóxica como para ocasionar un dolor profundo, náuseas y vómitos. Son serpientes huidizas y generalmente solo muerden ante graves molestias.
Las serpientes fueron trasladadas a una reserva, en donde serán puestas en observación ya que la mayoría de ellas son “recién nacidas”.
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