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Desazolve #LUZyFRANCIA

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Por: Salvador Cosío Gaona

La decisión que habrán de asumir los electores en Francia en relación a quién ocupará la Presidencia de la República en sustitución del actual Mandatario François Hollande que termina su período el próximo día 14 del mes de mayo de este aún joven 2017, habrá de impactar más allá de las fronteras de esa nación, de tal forma que tanto el futuro de Europa como del Consejo de Seguridad de la ONU y más que eso, el futuro mismo del orbe, podrían sufrir muy diversas consecuencias tras la forma en que finalmente se consolide la decisión de los votantes galos.

Pero más que otra cosa, en esta elección que está ocurriendo ahora en Francia, está en juego el futuro de Europa pues podría cambiar la identidad francesa, de la nación con sensibilidad de comunidad abierta a la integración comunitaria e incluso la apertura a la inmigración, a una nación inmersa en el populismo y marcada por el nacionalismo extremo que implica obviamente un exacerbado y marcado excluyentismo, con tinte clasista, discriminatorio e insulso genofóbico.

Lo cierto es que hay varios aspectos relevantes derivados de los resultados de la contienda presidencial en Francia y que se habrán de dilucidar tras el enfrentamiento entre el centrista Emmanuel Macron y la ultra nacionalista o ultra radical de derecha Marine Le Pen, que se verán las caras en lo que será la segunda vuelta de la elección presidencial a efectuarse el próximo día 7 de mayo tras resultar ambos los más votados en la primera ronda de los comicios, que se efectuó el pasado domingo 23 de abril.

Es claro que Marine Le Pen pretende retirar a Francia de la Unión Europea (UE) y terminar el pacto que mantiene a esa nación dentro del esquema de moneda común, un golpe que sería mucho más severo que la salida del Reino Unido de la Gran Bretaña (RUGB) de la Europa Comunitaria y podría significar un camino o ruta hacia la desaparición del bloque europeo, la eliminación del euro como moneda común europea y la idea de la propia unidad europea nacida como consecuencia reactiva en busca de evitar derramamientos de sangre como el ocurrido a causa de la Segunda Guerra Mundial.

Y es que al ser Francia uno de los más importantes países fundadores de la UE y junto con Alemania una nación de las principales impulsoras del bloque europeo, resulta bastante curioso que la mayoría de los 11 candidatos a la Presidencia de la República Francesa hicieren campaña contra la permanencia en la Unión Europea (UE) culpando al bloque de los numerosos problemas económicos y de la falta de seguridad que afronta su país. Y Marine Le Pen está dispuesta a ser la orgullosa portadora de esas posturas en la segunda ronda de los comicios.

Hay que advertir que los mercados financieros se manifestaron tranquilos por la ventaja de Macron en la primera ronda, pero están nerviosos frente al posible Frexit, forma coloquial como le llaman a la salida de Francia de la Unión Europea, como Brexit le llamaron a la salida de la Gran Bretaña del conjunto europeo de naciones. También temen a los controles a las transferencias de dinero, la fuga de capitales, impagos de deuda y numerosas demandas sobre bonos y contratos.

Lo cierto es que el equipo de campaña de Marine Le Pen ha minimizado los escenarios apocalípticos al afirmar que el euro de todas formas se encamina al final hacia su disolución, acentúa el señalamiento mediante el que también culpa a los acuerdos que Francia tiene sobre libre comercio de ser los más importantes factores para aniquilar los empleos en dicho país y quiere renegociarlos, lo que seguramente acarrearía complicaciones financieras al resto de la UE y a los socios comerciales de Francia. Si Le Pen gana supondrá una victoria resonante para la oleada populista que se reflejó en la votación favorable al patán y palurdo mercader neoyorquino sicofante de la política y ahora ya fascistoide gobernante del vecino país del norte llamado Donald Trump y del famoso Brexit.

Es de advertir también que son muchos los trabajadores franceses que han perdido empleos y calidad de vida y achacan como causa de eso a la globalización y se manifiestan hastiados de los partidos políticos tradicionales y se dicen atraídos con las promesas de la eliminación del orden establecido o status quo que propone Le Pen. Mas las encuestas dejan entrever que Marine Le Pen tendría severas dificultades para convencer a suficientes electores de que le otorguen su apoyo en la segunda ronda, pero podría ser que recibiera algún respaldo de grupos de partidarios del izquierdista Jean-Luc Melenchon, quien comparte con ella la ira contra el sistema financiero y la élite global.

En cuanto a Macron, este ha hecho un sólido y muy constante llamado a favor de la esperanza en la Europa comunitaria como un ente fuerte y los partidos conservadores y socialistas convencionales que lo respaldan están comprometidos con la unidad europea, describiendo a Macron como un firme baluarte contra el proteccionismo desmesurado del tal Trump.
Al ser Francia una potencia nuclear con una silla permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU y contar además con decenas de miles de soldados en todo el mundo, es también un aliado clave de Los Estados Unidos de América en la campaña contra el grupo criminal ultraradical que se hace llamar Estado Islámico (EI) y al que el mundo llama DAESH, siendo luego entonces el país galo un factor importante en cuanto a la diplomacia internacional y el orden mundial.

De ganar la presidencia, Macron muy probablemente mantendrá las operaciones francesas contra los extremistas islámicos en Irak y Siria y la región del Sahel en África, así como las presiones sobre Rusia a causa de Ucrania y por el respaldo de Moscú al presidente Bashar al-Assad en Siria. Por su parte Le Pen apoya firmemente a Assad y se distanció de Trump por los recientes ataques aéreos contra el régimen de Damasco y es sabido que se reunió recientemente con el Presidente ruso Vladimir Putin presumiéndose intentaría levantar las sanciones al gobierno ruso derivadas del conflicto en Ucrania.

La batalla es pues entre Macron, alguien con escasa formación política pero con un posicionamiento de centro y con algunas cuestiones que le señalan como continuista moderado de la política global ejercida por Hollande y Le Pen, a quien se le señala además de su ultranacionalismo radical fascistoide, una gran proclividad a las definiciones extremas con tinte de peligro para Francia y que además parece demasiado ligada a Putin y a Rusia. Poco faltará para saber el derrotero de Francia y poco también después de la segunda ronda electoral faltará para que asuma su cargo el nuevo Presidente, siendo hasta ahora ya más quienes ven como favorito a Macron pero sin que se pueda decir que hay seguridad alguna del resultado, habiendo además temor relativo a la intervención foránea y la posible manipulación electoral, similar a la que se acusa propició Rusia en cuanto al proceso comicial en Los Estados Unidos de América.

A menos de dos semanas de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, Macron aventaja en los sondeos a su rival, la candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen. Ambos llegaron como principales aspirantes tras la primera ronda electoral efectuada el pasado domingo 23 de abril del año en curso.

Macron es un exbanquero y exministro de Economía europeísta, atlantista y liberal. Le Pen defiende la salida de Francia de la UE y el abandono del euro como moneda común europea además que promueve un gran acercamiento del gobierno Galo hacia el de Rusia que encabeza Vladímir Putin. Pero hay temor de ilícita e inmoral injerencia extranjera en cuanto a la campaña electoral que está en pleno curso en Francia, ya rumbo a la segunda vuelta comicial, y el tema hace recordar la cínica e ilegal intervención que con sobrados elementos se dice casi con certeza hubo en relación al reciente proceso electoral en Los Estados Unidos de América por parte del gobierno de Rusia que encabeza el Presidente Vladimir Putín y en el que se presume se apoyó perversamente al hoy Presidente de la vecina nación al norte, ese patán y palurdo mercader neoyorquino sicofante de la política y ahora fascistoide mandatario de nombre Donald Trump.

Y es que el que se hace llamar ‘El movimiento político En Marcha’ que impulsa a Emmanuel Macron, el candidato socioliberal a la presidencia francesa, confirmó haber sido objeto de al menos cinco ciberataques realizados por profesionales y que a su juicio ponen en evidencia «una forma de injerencia» en el proceso electoral, en el que es puntero en un virtual empate técnico con la candidata radical ultraderechista Marine Le Pen, con la que se enfrentará en segunda ronda de votación el 7 de mayo próximo.

Los ciberataques a la campaña de Macron reavivan las teorías sobre una acción proveniente de Moscú pues hay un informe publicado el pasado martes 25 de abril que señala al grupo de hackers que se hacen llamar ‘Pawn Storm’, presuntamente vinculado a los servicios de inteligencia rusos, y que aunque en el informe no se refieren pruebas concluyentes sobre la autoría de los ataques, al parecer los piratas informáticos son los mismos que se infiltraron en los ordenadores de la campaña de la señora Hillary Rodham-Clinton , quien como se sabe fue la candidata del Partido Demócrata en la campaña electoral por la Presidencia de Los Estados Unidos de América que culminó en noviembre del 2016 y dio por resultado le decretaran victoria al tal Trump, quien asumió la Presidencia del país vecino el pasado 20 de enero.

La hipótesis de una repetición de la injerencia extranjera para alterar el resultado electoral, como ocurrió en las pasadas elecciones en el país vecino, ha sido una constante en la campaña electoral de Francia y hay referencia al robo y difusión de correos electrónicos del entorno de quien fuere la abanderada demócrata Hillary Rodham-Clinton, lo que perjudicó sus aspiraciones en las presidenciales norteamericanas efectuadas en noviembre de 2016, y aunque hasta ahora no se han producido incidentes notables en Francia, ya hay denuncias por parte del partido de Macron, que señalan la propagación de noticias falsas dañinas para Macron así como intentos frecuentes de ciberataque. Como responsable de los ataques se menciona a un tal Mahjoubi y se le señala como el mismo que golpeó a la campaña de Clinton. En el informe de la firma Trend Micro, titulado ‘Dos años de Pawn Storm’ define a este equipo a cargo de Mahjoubi como ‘un grupo activo en el ciberespionaje que ha sido muy agresivo y ambicioso en años recientes, las actividades del grupo muestran que el espionaje extranjero y doméstico y la influencia en la geopolítica son los principales motivos del grupo, y no los beneficios financieros. Sus principales objetivos son fuerzas armadas, la industria de defensa, los medios de comunicación, políticos y disidentes.

«Claramente decimos que hay un grupo que tiene por objetivo sistemáticamente los intereses de occidente o de grupos que están en oposición a las posiciones del Gobierno del señor Putin», dice en el informe Loïc Guézo, el estratega principal de ciberseguridad en Trend Micro. «Está claro, es un grupo que trabaja para intereses gubernamentales rusos, pero dejamos un pequeño espacio de seguridad en la atribución. No decimos, como las empresas americanas, que es el señor Putin quien manda. No queremos entrar en este terreno». El pasado diciembre, el FBI y el Centro Integrado de Ciberseguridad y de Comunicaciones del Gobierno de EE UU identificaron a este grupo, conocido también como APT28, como responsable de uno de los ataques a la campaña de Clinton para la Casa Blanca. En un informe, vincularon al grupo con los servicios de inteligencia rusos.
Como en EE UU, donde Trump hizo campaña con promesas de un acercamiento a Putin, en Francia abundan los candidatos favorables a un giro parecido. De los cuatro con más votos en la primera vuelta, tres —Le Pen, el izquierdista Jean-Luc Mélenchon y el conservador François Fillon— defendían en distinto grado una mayor proximidad de Francia con Rusia. Sus medidas incluían el levantamiento de sanciones por la anexión de Crimea, o, en el caso de Mélenchon, la salida de la OTAN.

Macron era el único, entre los favoritos, partidario de continuar con la política del presidente François Hollande, alineada con la posición occidental tradicional. La segunda vuelta, el 7 de mayo, le enfrentará a la más prorrusa de los candidatos, Le Pen. Su partido, el Frente Nacional, recibió en 2014 un préstamo de 9 millones de euros de un banco ruso.

Será importante que se clarifique la existencia de este tipo de estrategias perversas de ataque cibernético y se alerte a las instituciones de todo el orbe para frenar y evitar así dominen la voluntad democrática global y puedan empoderarse para manipular al mundo.

@salvadorcosio1
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Periodista, resignado Atlista, enamorado de mi ciudad y de mi Estado. De L a V en punto de las 7am al aire @1070noticias http://bit.ly/oYJFU2