Por: Salvador Cosio Gaona
México captó en el pasado año 2017 un monto récord de remesas, ya que ingresaron por este concepto al país 28 mil 771 millones de dólares, lo que representa un 6.6 % más que lo que ingresó a México por ese rubro en el año 2016. La mejoría en el mercado laboral en Estados Unidos, que ha beneficiado a la población de origen mexicano que reside en ese país, así como la política antimigratoria del gobierno del vecino país, que para infortunio del mundo encabeza el patán y palurdo mercader neoyorquino sicofante de la política llamado Donald Trump -que elevó el temor de deportaciones en este grupo de la población- son factores que impulsaron la captación de estos recursos.
Si consideramos que las remesas familiares son una modalidad de ahorro para los migrantes, el incremento observado en el flujo de remesas durante 2017 obedece también a la política antimigratoria de la administración del tal Trump, ya que probablemente los trabajadores mexicanos en el vecino país del norte atisbaron una mayor probabilidad de ser deportados, lo que reduciría significativamente su expectativa de ingreso permanente, y consecuentemente aumentó su deseo de ahorrar y estar así remietiendo sus recursos ahorrados hacia sus familiares en México.
La recuperación del ingreso por remesas en México se ha registrado a partir de 2014 y se debe al avance importante en el empleo de los trabajadores inmigrantes en Estados Unidos, que ha sido acompañado de un aumento en sus remuneraciones y en consecuencia, de la masa salarial. El año anterior el nivel de empleo promedio de mexicanos en el vecino país del norte fue de 7.4 millones de personas, que representó un incremento de 107 mil en el año y su remuneración media se elevó 2.5 por ciento, a 33 mil 399 dólares al año.
Muchos analistas financieros preven que las remesas de los trabajadores se mantengan sólidas en el corto plazo, dado el crecimiento saludable del empleo en Los Estados Unidos de América, esperándose que el crecimiento de las remesas en términos de dólares se estabilice en torno al 5 y 7 por ciento anual.
Hasta ahora, los flujos sólidos de las remesas de los trabajadores han estado agregando apoyo a la cuenta corriente y al consumo privado, sobre todo para las familias de bajos ingresos, que tienen una alta propensión al consumo y son los destinatarios principales de tales transferencias. Durante el cuarto trimestre de 2017, las remesas crecieron 8.2 por ciento anual, cifra por encima de 6.2 por ciento que registró el tercer trimestre y por el 5.9 por ciento que se reportó en el primer semestre del año.
Los cinco estados de la República Mexicana que registraron los mayores ingresos por remesas fueron Michoacán, con el 10.14 por ciento; Jalisco, con una captación del 9.72 por ciento; Guanajuato, con el 8.89 por ciento; Estado de México, con 5.84 por ciento, y Puebla, con 5.42 por ciento. Las remesas recibidas en la capital del país disminuyeron respecto al año anterior, pues en 2016 representaba el 5.22 por ciento, mientras que en 2017 la cifra contribuyó con el 4.56 por ciento del total de las remesas familiares.
Pese a su cercanía con la frontera norte, Baja California Sur es el estado que recibe la menor cantidad de remesas, al cubrir el 0.22 por ciento de la captación total. En la lista le siguen Colima, Tlaxcala, Tabasco y Yucatán con una recepción de remesas familiares de 0.99, 0.83, 0.54 y 0.54 por ciento, respectivamente.
Durante su participación en la Sexta Reunión Plenaria del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados, el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Publico (SHCP) destacó lo que dijo es : “la estabilidad económica que prevalece en México como resultado del trabajo responsable del gobierno federal».
El titular de la política hacendaria del país se ha jactado en el sentido que existe un gran manejo financiero y económico en el país y acentuó: «en México no hay un problema inflacionario, en el mes de enero, tradicionalmente, se incrementan en mayor proporción los precios de diversos productos, en comparación con meses anteriores» y también dijo a los legisladores priistas : «los analistas económicos han reconocido que el aumento a los precios de productos y servicios en el país se mantienen en niveles cercanos a 3.5 por ciento» e informó que, según sus reportes : “la conducción económica que ha mantenido el gobierno federal a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha sido impecable y hoy podemos decir que en el 2017, considerado un año que pintaba muy mal, no nos fue mal, aunque ciertamente fue difícil, y subrayó que en el presente año se trabaja para alcanzar un crecimiento razonable, y el Fondo Monetario Internacional pronostica que México crecerá 2.3 por ciento, cifra mejor que la alcanzada en 2017” y al tiempo que planteó: «el objetivo es alcanzar niveles mayores de crecimiento económico y para ello ya se toman medidas».
Pero para considerarlo en contraste con lo aseverado por González Anaya, hay que advertir que el consenso de analistas consultados por el Banco de México subió a 4.06 por ciento la expectativa de inflación para el presente año, desde el 3.96 por ciento de la encuesta previa. Los especialistas en economía revisaron también al alza su pronóstico para el tipo de cambio, y ahora esperan que en este año cierre en 19.04 pesos, contra 18.83 del sondeo de diciembre.
En tanto, la expectativa para el PIB fue ajustada a la baja a 2.19 por ciento para este año, desde un 2.24, y para 2019 se mantuvo en 2.35 por ciento. Para los analistas, la incertidumbre política interna es el principal factor que podría obstaculizar el crecimiento de la actividad económica en los siguientes meses. Este elemento concentró un 24 por ciento de respuestas en la encuesta de enero.
Le siguieron los problemas de inseguridad pública, con 15 por ciento; la plataforma de producción petrolera, la incertidumbre sobre la situación económica interna y la inestabilidad política internacional, cada una de ellas con un porcertaje de ocho por ciento.
Así las cosas, no siendo sin duda una situación frágil tampoco pueden echarse las campanas al vuelo y se deberá de continuar con la labor de preservar los equilibrios financieros sin descuidar el respaldo a la sociedad en cuanto a coberturas de necesidades del apoyo institucional.
@salvadorcosio1
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