Por: Salvador Cosío Gaona
El berrinche de Donald Trump al negarse a reconocer el triunfo del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre, puede resultar más grave de lo previsto y no quedar solo como una anécdota más en la historia de los comicios electorales en el vecino país del norte. En este sentido, el presidente electo de Estados Unidos, ya ha lanzado una advertencia que no es menor y debería tomarse con seriedad y darle su justo valor por lo trascendental que puede resultar para los ciudadanos norteamericanos.
Biden, no se ha andado con rodeos y ha sentenciado de manera más que contundente que «más gente puede morir» si Donald Trump continúa obstaculizado su próximo gobierno.
En declaraciones en su estado natal, Delaware, el lunes, Biden declaró que es necesario que haya coordinación para abordar el brote de coronavirus.
Y calificó de «totalmente irresponsable» la negativa del presidente Trump de reconocer que perdió las elecciones, a pesar de los llamamientos para hacerlo.
Cómo se sabe, la campaña de Trump lanzó una serie de desafíos legales tras la votación del 3 de noviembre para impugnar el recuento de votos.
Los asesores del presidente electo han dicho que la negativa de Trump para participar en una transición significa que el equipo de Biden ha sido excluido de la planificación para la estrategia de distribución de vacunas.
Biden también se refirió al estancamiento de la transición. «¿Alguien entiende esto?», preguntó. «Se trata de salvar vidas, de verdad, esto no es una hipérbole». Aseveró que la logística de distribuir vacunas a cientos de millones de estadounidenses es un desafío enorme. «Es una empresa enorme, enorme, enorme», declaró.
«La vacuna es importante. Pero no tiene ninguna utilidad hasta que no estés vacunado» señaló Biden.
Agregó que si su equipo tiene que esperar hasta el 20 de enero -fecha de su investidura presidencial- para poder comenzar a trabajar en el programa de distribución, se retrasarán «más de un mes, un mes y un medio».
Y abundó: «más personas pueden morir si no nos coordinamos».
Asimismo señaló que trabajaría con los republicanos para derrotar al virus e impulsar la recuperación económica cuando ocupe el poder.
De acuerdo a BBC Mundo, cuando se le preguntó si alentará a los líderes estatales a restablecer las órdenes de quedarse en casa por la pandemia, el presidente electo esquivó la pregunta e indicó que pedirá a los funcionarios que fomenten el uso de mascarillas.
También se le preguntó qué les diría a los miembros del Partido Republicano que han respaldado la negativa de Trump a aceptar la derrota. Biden dijo que les ofrecería una mano abierta.
«Mi mensaje es: ‘trabajaré contigo. Entiendo gran parte de su renuencia debido a la forma en que opera el presidente «, señaló Biden. Pero agregó que tales conversaciones sólo podrían tener lugar cuando Trump y sus asesores hayan dejado el cargo. «Es una pena, pero tal vez sea la única manera de hacerlo».
Las declaraciones de Biden muestran un marcado cambio de tono después de que tanto él como su equipo han restado importancia a las dificultades que han enfrentado para establecer un nuevo gobierno sin la ayuda de la actual administración.
Las críticas del presidente electo surgen después de que el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca prácticamente admitió que Biden sería investido y reconoció la importancia de una transferencia federal sin problemas.
El equipo del presidente Trump está tratando de que los tribunales revoquen los votos en estados clave con el argumento de que muchas papeletas no eran válidas o se contaron incorrectamente. Hasta ahora, esos esfuerzos han fracasado y no ha surgido ninguna evidencia de fraude significativo.
El presidente electo Biden, que es demócrata, tiene 306 votos en el Colegio Electoral, superando el umbral de los 270 necesarios para ganar.
A pesar de ello, Trump tuiteó el lunes: «¡Gané las elecciones!»
La agencia gubernamental que inicia el proceso de transición, la Administración de Servicios Generales (GSA), encabezada por un designado por Trump, aún no ha reconocido a Biden y su compañera de fórmula, Kamala Harris, como ganadores. Esto los deja sin acceso a informes gubernamentales sensibles que normalmente se entregan a una administración entrante.
Sin embargo, trasciende que al menos cinco senadores del partido republicano hablaron de la posibilidad real de que el demócrata se convierta en el nuevo presidente del país.
Si bien los argumentos legales del presidente han perdido peso en los últimos días (en Pensilvania por ejemplo, el litigio pasó a ser simplemente una demanda por un tecnicismo que no cambiará el resultado preliminar del estado), el partido republicano aún no está dispuesto a reconocer a Joe Biden como el próximo presidente y, por ende, no se ha iniciado el proceso de transición.
Pero de a poco comienzan a escucharse algunas voces disidentes. El senador por Florida, Marco Rubio, quien además es el influyente presidente del comité de inteligencia del senado, se refirió a Joe Biden como presidente-electo. Al ser consultado por la prensa, dijo que “eso es lo que los resultados preliminares, parecen indicar. Definitivamente tenemos que prepararnos para que eso sea lo que ocurra a esta altura”. Pero Rubio fue más allá y dijo que Biden debería ser reconocido como presidente-electo por la Administración de Servicios Generales, al menos de manera temporal, para poder recibir las acreditaciones necesarias que le permitan acceso a información clasificada de inteligencia con la cual su equipo de transición pudiera empezar a trabajar. Dijo que esto debe hacerse “por el bien del país”.
Otros han sido menos extremos, sin ahondar en detalles de la transición, pero también han planteado el escenario de Biden presidente. Tal es el caso del senador republicano John Cornyn, por Texas, quien si bien cree que el presidente debe seguir con el curso legal de sus denuncias por fraude, declaró que “con confianza sabemos que el 20 de enero tendremos una inauguración presidencial. Y probablemente sea la de Joe Biden”.
Por su parte, el senador por Mississippi, Roger Wicker, al ser consultado por el mensaje en Twitter en el que el presidente Trump decía que él ganó la elección, afirmó ante la prensa que si hubiera sido consultado, “no habría aconsejado al presidente que escribiera eso”.
“Es altamente improbable que se revierta el resultado de esta elección”, aseguró el senador Kevin Cramer, de Dakota del Norte. Si bien cree que el presidente Trump debe exponer hasta los más mínimos casos de delitos con boletas, también cree que “el vice-presidente Biden debería empezar a recibir reportes, y la transición debe comenzar. Si se termina confirmando su victoria, como todo indica que pasará, no puede comenzar a ciegas en enero”, muy en línea con el argumento de Rubio.
El senador Mike Rounds, por Dakota del Sur, ha dicho que “ahora debemos asumir que dado el actual recuento electoral, estamos muy cerca de una confirmación (…) Ahora mismo parece ser que será presidente Joe Biden. Eso lo entendemos”.
Sin embargo, en una reunión a puertas cerradas en el congreso en el día de ayer, según ha trascendido, se le preguntó a los representantes si creían que el presidente Trump debía conceder ante Joe Biden. Los principales medios del país reportaron que los líderes del partido en la cámara baja indicaron que apoyan la decisión de Trump de seguir adelante con los litigios en diversos estados.
Otros, como el senador Lindsay Graham, de Carolina del Sur, dijo que Biden no será presidente-electo, “hasta que cada corte haya determinado la legalidad de todos los votos puesta en duda por el presidente Donald Trump”.
Como lo hemos consignado desde un primer momento, Trump se ha equivocado al alegar fraude y dirigir sus esfuerzos en una senda que no lo llevará a ninguna parte. Ya poco a poco se va quedando solo en ese afán de pelea y más valdría que reconozca su derrota lo más pronto posible, antes que, como ha advertido Biden, “más gente pueda morir”.
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