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Por la puerta trasera de La Zarzuela

Por: Salvador Cosío Gaona

Pareciere que a Juan Carlos I, el hombre que fue jefe de Estado de España desde 1975 hasta su abdicación en 2014, lo han puesto contra las cuerdas y su ruta de escape para evitar caer más bajo de lo que ya le significa el bochornoso escándalo en que se encuentra envuelto, estaría muy lejos del país ibérico, justo en República Dominicana, en donde se instalaría por tiempo indefinido y seguramente sin posibilidad de retornar a la Zarzuela, sitio en el que deja a una esposa que no tendría mayor interés de volver a verle después de su traición, unas nietas que no están dispuestas a tomarse una foto más con el abuelo incómodo, y a un hijo que ya ha renunciado a cualquier herencia que le pudiese legar para evitar ser manchado con dinero de dudosa procedencia. 

El rey emérito de España, está siendo investigado por la fiscalía del Tribunal Supremo de aquel país europeo, por un caso de supuesto fraude fiscal y blanqueo de capitales en la que podría estar involucrado.

BBC Mundo, ha compartido en una publicación tres puntos clave para entender lo que ocurre con Juan Carlos de Borbón:

1. El AVE Meca-Medina, el origen de la investigación

Lo que se investiga es qué papel jugó Juan Carlos I, de 82 años, en la adjudicación en 2011 a un consorcio formado en su mayoría por empresas españolas de un millonario contrato para construir la línea de tren de alta velocidad que une la ciudad santa de la Meca con Medina, en Arabia Saudita.

La línea ferroviaria, que conecta las dos ciudades más importantes para el Islam a través de 450 kilómetros que cruzan el desierto, se encuentra en servicio desde octubre de 2018.

Los trabajos de construcción comenzaron en 2012.

El valor de ese contrato, ascendía a US$7.800 millones y tanto la justicia española como la de Suiza sospechan que durante la operación se pagaron comisiones de forma irregular.

Los estrechos lazos del padre de Felipe VI, el actual rey de España, con la realeza saudí le llevaron en numerosas ocasiones a actuar como intermediario a favor de los intereses comerciales españoles en la región.

En concreto, las autoridades investigan un supuesto pago que habría recibido Juan Carlos I en 2008, cuando el monarca seguía aún en el trono, de parte de la monarquía saudita por un monto de unos US$100 millones.

2. ¿Qué dio origen a la investigación?

El caso fue destapado en 2018 a raíz de una grabación realizada tres años antes a la mujer que alega ser la ex amante del monarca emérito, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, una empresaria de 56 años nacida en Alemania pero de nacionalidad danesa.

Asegura que tuvo una «relación romántica» con Juan Carlos I y que eso le dio acceso a información y documentos relativos a los manejos financieros del monarca.

En la grabación, ella parece decir que Juan Carlos había escondido el dinero en el exterior y que había solicitado una comisión por interceder en el contrato ferroviario con los sauditas.

En marzo de ese año, el diario suizo Tribune de Geneve publicó que Juan Carlos I ocultaba en Suiza una cuenta con US$100 millones pagados por el rey saudita Abdallah desde Panamá.

Estas revelaciones desataron una investigación de las autoridades suizas y otra de las españolas, que investigan si el rey emérito escondió presuntamente una importante fortuna al fisco español. Este delito que estaría tipificado en el código penal como de fraude fiscal.

Por su parte, el fiscal suizo Yves Bertossa recaba pruebas para averiguar si ese pago tiene relación con el contrato que los sauditas otorgaron al consorcio español en la construcción del AVE.

3. ¿Por qué se le investiga ahora en España?

Como rey de España, Juan Carlos tenía inmunidad legal hasta que abdicó en favor de su hijo en junio de 2014.

Al entregar el trono a Felipe VI, dejó de estar protegido por la inviolabilidad que la Constitución española reconoce al Jefe del Estado.

Renunció después de una serie de escándalos que empañaron los últimos años de su reinado, que duró 39 años.

Por esa razón, los fiscales solo pueden investigar sus acciones desde que abdicó.

«Esta investigación se centra, precisamente, en establecer o descartar la relevancia criminal de los hechos que ocurrieron después de junio de 2014», dijo la fiscalía española.

Sí conserva el estatus de aforado y eso significa que su caso solo puede ser visto por el Tribunal Supremo y no por un tribunal ordinario.

Medios españoles aseguran que la justicia intenta esclarecer si Juan Carlos I cometió los delitos de fraude fiscal o blanqueo de capitales después de 2014.

A raíz de la publicación del diario suizo, el 15 de marzo, el rey Felipe VI se desmarcaba de la investigación a su padre renunciando a lo que «personalmente» le pudiera corresponder de la herencia de su progenitor,

Además anunció que Juan Carlos I dejará de percibir del presupuesto de la Casa Real el dinero que tiene asignado por su función como rey emérito. Esa suma ascendía a unos US$222.000 al año.

Se sabe que hasta el momento Juan Carlos de Borbon no ha expresado comentario alguno después del reciente anuncio que refiere su situación contractual y tampoco sus abogados se han pronunciado al respecto.

El gobierno español dijo que «la justicia es igual para todos» y que «no interferirá» en la investigación.

Lo cierto es que se le está cerrando el círculo al ex monarca. El panorama no es nada alentador y al no contar siquiera con el entorno familiar en su apoyo, estaría saliendo de la Zarzuela, la residencia privada, por la puerta trasera. 

Opinió[email protected]

@salvadorcosio1 

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