Trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) enviaron una carta a Claudia Curiel de Icaza, titular de la Secretaría de Cultura, en la que expresan su preocupación por la reciente creación de la Unidad de Culturas Vivas, Patrimonio Inmaterial e Interculturalidad, encargada a Diego Prieto. La misiva señala que no se realizó un análisis profundo que justifique esta decisión y que, además, genera incertidumbre sobre el alcance de las funciones del Instituto.
En el documento, los empleados advierten que la justificación de que la nueva unidad atenderá el “patrimonio vivo” no quedó claramente explicada, especialmente considerando que el INAH continuará enfocado en el “patrimonio monumental”. Esto, aseguran, podría derivar en una fragmentación de las responsabilidades del Instituto, afectando su estructura y operatividad.
Asimismo, los trabajadores señalaron que las 13 atribuciones conferidas a la Unidad de Culturas Vivas parecen iguales a las funciones que el INAH ha desempeñado desde su fundación, lo que podría generar duplicidades y conflictos en la gestión de los diferentes tipos de patrimonio cultural y natural. La carta también cuestiona qué se entiende exactamente por “patrimonio monumental” y si esta categoría incluirá disciplinas como la paleontología, la arqueología y la protección de monumentos históricos, ya que existe un patrimonio amplio que podría quedar fuera de la protección si no se aclara este concepto.
Por último, los empleados solicitaron que el perfil del nuevo titular del INAH se ajuste a los requisitos establecidos en la Ley Orgánica del organismo, para garantizar una gestión transparente y acorde a las funciones que le corresponden por ley. La misiva fue enviada también a la Presidenta y al Poder Legislativo, en busca de una mayor claridad y revisión de las decisiones que afectan la estructura del INAH.
