El sol apenas había comenzado a ocultarse cuando Dak Prescott lanzó un pase de touchdown, horas después de firmar un contrato de cuatro años y 240 millones de dólares con los Cowboys. La defensa de Dallas no mostró piedad ante Deshaun Watson en su regreso, aplastando a Cleveland en el primer encuentro de la campaña.
El acuerdo de Prescott lo convierte en el primer jugador en promediar 60 millones por temporada, poniendo fin a meses de especulación sobre su futuro con los Cowboys, quienes han ganado 12 juegos en cada una de las últimas tres temporadas con él al mando.
A principios de la semana, Prescott, tras su mejor año en la NFL, declaró que quiere ser el quarterback que finalmente ponga fin a la sequía de Super Bowls del equipo. Ahora, tendrá la oportunidad de cumplir su promesa. Completando 19 de 32 pases para 179 yardas, Prescott se mostró relajado durante gran parte de la segunda mitad. En el primer cuarto, lanzó un pase de anotación de 21 yardas a Brandin Cooks, abriendo el marcador para los Cowboys. Luego, a principios del tercer cuarto, KaVontae Turpin electrizó a la multitud con una devolución de despeje de 60 yardas para touchdown, ampliando la ventaja a 27-3.
Desde el inicio, Prescott jugó con la confianza de alguien que sabe que su futuro está asegurado. La ofensiva de Dallas se mostró imparable, moviéndose por el campo con precisión quirúrgica. Prescott culminó con 179 yardas por aire y una anotación.
Brandin Cooks, en su primer partido como Cowboy, demostró ser una valiosa adición, conectando con Prescott en múltiples ocasiones y logrando el primer touchdown del encuentro.
La defensa de los Cowboys, por su parte, estuvo imponente.
Deshaun Watson, en su regreso, encontró una muralla impenetrable en la línea defensiva de Dallas. Micah Parsons y DeMarcus Lawrence lideraron una carga feroz, manteniendo a Watson bajo constante presión y limitando las opciones ofensivas de los Browns. Watson fue interceptado en dos ocasiones.