En un giro inesperado en la política rumana, el presidente Klaus Iohannis anunció su renuncia el lunes, en medio de una creciente presión ejercida por grupos de oposición populistas. La decisión se produce dos meses después de que un tribunal superior anulara la reciente elección presidencial en el país, lo que ha desatado una ola de tensiones políticas.
«Iohannis, quien ha estado en el cargo desde 2014, hizo el anuncio durante una conferencia de prensa, expresando su deseo de poner fin a la crisis política que ha afectado a Rumania. ‘Para librar a Rumania de esta crisis, renuncio como presidente de Rumania’, declaró, indicando que dejará el cargo oficialmente el 12 de febrero», reportó la agencia de noticias Proceso.
La renuncia de Iohannis se produce en un contexto complicado, después de que el Tribunal Constitucional de Rumania cancelara la contienda electoral a solo dos días de la segunda vuelta, programada para el 8 de diciembre. La primera ronda había sido ganada sorpresivamente por el populista de extrema derecha Calin Georgescu, lo que desencadenó acusaciones de interferencia rusa y violaciones en el proceso electoral.
La oposición, compuesta por partidos como la Alianza por la Unidad de los Rumanos (AUR), el nacionalista S.O.S. y el Partido de los Jóvenes, se había movilizado para destituir al presidente mediante una moción presentada al Parlamento. En este contexto, se esperaba que algunos miembros de la coalición gobernante también votaran a favor de la destitución.
Iohannis, al abordar la situación, afirmó que su destitución sería un «esfuerzo inútil» y que, de todos modos, dejaría el cargo en unos meses. «Es un movimiento infundado porque nunca —repito, nunca— he violado la Constitución. Y es un esfuerzo perjudicial porque todos pierden y nadie gana», aseguró.
El mandatario también advirtió sobre las consecuencias negativas que podría tener la destitución para la imagen internacional de Rumania, un país miembro de la Unión Europea desde 2007 y de la OTAN desde 2004. «Ninguno de nuestros socios entenderá por qué Rumania está destituyendo a su presidente cuando el proceso para elegir un nuevo presidente ya ha comenzado», añadió.
Mientras tanto, las autoridades electorales han fijado nuevas fechas para repetir la elección presidencial, con la primera ronda programada para el 4 de mayo. En caso de que ningún candidato obtenga más del 50% de los votos, una segunda vuelta se llevaría a cabo el 18 de mayo. La participación de Georgescu en estas elecciones aún es incierta.
El anuncio de la renuncia de Iohannis provocó enfrentamientos entre sus detractores y la policía frente al edificio del gobierno en Bucarest, reflejando la polarización y el descontento que atraviesan la sociedad rumana en este momento crítico. La situación se mantiene tensa mientras los rumanos esperan el desenlace de este conflicto político.
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