México enfrenta una crisis sin precedentes en la producción de maíz, con proyecciones que indican un descenso drástico en la cosecha de este grano vital. Según el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), la producción nacional de maíz alcanzará su nivel más bajo en 13 años, estimándose en 21.7 millones de toneladas para 2025. Esta cifra no se observaba desde el cierre de 2012, cuando se reportaron 22.1 millones de toneladas al final del mandato del expresidente Felipe Calderón.
La producción de maíz ha mostrado una tendencia a la baja en los últimos años. En 2023, el campo mexicano produjo 27.5 millones de toneladas, cifra que disminuyó a 23 millones en 2024, con proyecciones de una caída adicional de al menos 1.2 millones de toneladas para el año en curso. Este retroceso en la producción impacta directamente en la disponibilidad de alimentos básicos como tortillas, tamales y chilaquiles, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de la población.
Para mitigar esta caída en la producción, las importaciones de maíz han aumentado drásticamente, duplicándose en los últimos 12 años con un incremento del 162.5%. En 2023, México importó 19.7 millones de toneladas, cifra que subió a 23.6 millones en 2024, y se espera que en 2025 se alcance un nuevo récord de 25.2 millones de toneladas. Este aumento en las importaciones responde a la creciente demanda nacional, que se estima en 47.6 millones de toneladas para el próximo año.
El GCMA también indicó que, por primera vez en años, México importará entre 500 mil y 700 mil toneladas de maíz blanco, el cual es esencial para la producción de tortillas y otros alimentos básicos. La producción nacional de maíz blanco se estima en 19.03 millones de toneladas, lo que resulta insuficiente para satisfacer la demanda, generando un déficit que debe ser cubierto con importaciones.
La crisis del maíz no solo afecta la producción alimentaria, sino que también refleja una alarmante disminución en la autosuficiencia alimentaria del país. Las tasas de autosuficiencia han caído del 87% en 1994 al 46% proyectado para 2025, muy por debajo del 70% recomendado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Ante este panorama, la situación del maíz en México se convierte en un tema de preocupación creciente, que requiere atención urgente por parte de las autoridades y del sector agrícola para garantizar la seguridad alimentaria y el bienestar de la población.
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