Hermosillo, Sonora – La capital sonorense se enfrenta a una alarmante crisis de violencia protagonizada por menores de edad que, armados con machetes, han comenzado a atacar a jóvenes y adultos en múltiples incidentes reportados en los últimos días. Este fenómeno, que ha resurgido con una intensidad inquietante, ha llevado a las autoridades a redoblar sus esfuerzos en un contexto donde la violencia juvenil parece desbordarse.
El inicio de esta crisis se remonta a principios de la semana, cuando videos publicados en redes sociales por integrantes de la pandilla conocida como Hermosillo Pueblitos Locos mostraron a adolescentes, algunos de tan solo 15 años, atacando a sus víctimas sin piedad. A pesar de que las autoridades intentaron minimizar la situación, asegurando que los menores causaban daños materiales y no lesiones graves, la evidencia visual contradice esta narrativa. En uno de los clips, se observa a un adulto gravemente herido, suplicando por su vida mientras es golpeado y macheteado por un grupo de jóvenes.
Los reportes de violencia han sido devastadores. En los barrios Privadas del Real y Pueblitos, se han registrado al menos cuatro muertes en esta semana, incluyendo un asesinato a machetazos y otro a balazos, lo cual evidencia la creciente peligrosidad de las pandillas y su vinculación con el crimen organizado. Los Salazar, un grupo delictivo que anteriormente operaba para el Cártel de Sinaloa, se enfrenta ahora a una nueva facción autodenominada los Matasalas, exacerbando aún más la violencia en la región.
Las autoridades locales han detenido a varios de los menores involucrados en estos ataques. Sin embargo, la respuesta judicial ha sido objeto de críticas, ya que, según Jesús Acuña Griego, titular del Poder Judicial estatal, los menores enfrentan un máximo de seis años en un centro de rehabilitación, lo que ha generado preocupaciones sobre la efectividad de las medidas de prevención y reintegración.
En otro incidente reciente, la policía municipal arrestó a dos jóvenes de 15 y 16 años por portación de armas prohibidas, incluyendo un machete de 40 centímetros. Este tipo de situaciones ha llevado a la comunidad a cuestionar la falta de supervisión parental y la responsabilidad de los adultos en la vida de estos jóvenes.
La ciudad recuerda un episodio similar de violencia con machete en 2015, cuando adultos armados con machetes se enfrentaban en las calles. En aquella ocasión, la intervención policial se tornó letal, y varios atacantes perdieron la vida. Ahora, la sociedad se encuentra en un dilema, preguntándose cómo enfrentar una crisis de violencia que involucra a la juventud, y qué medidas se pueden tomar para prevenir que esta problemática se agrave aún más.
Mientras tanto, la familia de uno de los menores protagonistas de los videos ha anunciado su intención de tomar acciones legales contra los medios que han difundido las imágenes y la identidad de su hijo, lo que plantea un nuevo debate sobre la ética periodística y el manejo de la información en situaciones de violencia. La comunidad sigue expectante, esperando respuestas efectivas que ayuden a restaurar la paz y la seguridad en Hermosillo.
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