Por: Mtro. Alfredo Ceja
Gran polémica ha generado el discurso pronunciado por el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en el marco de la promulgación de las 7 leyes que conforman el Sistema Nacional Anticorrupción.
En el discurso en Palacio Nacional, el Presidente de la República pidió perdón por el agravio y la indignación que causó el tema de la llamada “Casa Blanca” que, desde hace tiempo la primera dama Angélica Rivera regresó a la constructora HIGA, pero aquí hay dos cuestiones, la primera es porqué regresar la casa si realmente fue comprada de manera legal y en segundo lugar porqué pedir perdón si la casa fue comprada de manera legal, pareciera que con estas acciones se está aceptando que algo se hizo mal.
Si realmente nada estuvo mal con la adquisición de la casa, el Presidente Enrique Peña Nieto no tiene por qué actuar en consecuencia, pero lo más preocupante es que actúe y responda entonces por la inconformidad de la ciudadanía.
Si la adquisición tuvo algún proceso irregular entonces no bastaría con regresar la casa o pedir perdón, se debería iniciar un proceso judicial aunque el responsable de revisar el tema, Virgilio Andrade, corroboró que todo fue legal y su imagen fue duramente criticada y posiblemente fue una de las cuestiones que originaron su salida como Secretario de la Función Pública, escudándose en la entrada en vigor del nuevo Sistema Nacional Anticorrupción y el proceso legal que debe seguir quien quede al frente de la Secretaría, es decir, debe ser ratificado por el Senado de la República.
La corrupción ha generado discursos controversiales en los últimos días. El primero de ellos, el discurso de Manlio Fabio Beltrones ante la Comisión Política Permanente del PRI cuando presentó su renuncia, no se fue sin antes responsabilizar a algunos gobiernos, vinculados con actos de corrupción, de la derrota del pasado 5 de julio, discurso que sorprendió a muchos por el contenido tan contundente.
El segundo discurso es el que ha mantenido Enrique Ochoa desde su llegada a la dirigencia nacional del PRI, en el que ha comentado que serán los primeros en acusar a gobernantes corruptos a pesar de ser de su mismo partido.
Una acción que muestra un poco de voluntad política es que la Presidencia de la República interpuso una controversia constitucional la semana pasada, para frenar algunas acciones legislativas y ejecutivas en Veracruz y Quintana Roo, que eran opuestas a los lineamientos básicos del Sistema Nacional Anticorrupción.
El discurso del Presidente, Enrique Peña Nieto, el pasado lunes 18 en Palacio Nacional vino a cerrar esta serie de discursos y a confirmar una misma línea en la agenda del PRI y la agenda del Ejecutivo, al menos en los discursos. Ahora tienen que comprobar que realmente van a actuar en los casos de corrupción que existen y demostrar voluntad política, la cual en muchos de los casos es lo que frena que se haga justicia.
El Sistema Nacional Anticorrupción trae consigo el nombramiento nuevamente del Secretario de la Función Pública y el Fiscal Anticorrupción, figuras que serán vitales para la implementación del Sistema y de ello dependerá poder hablar de un cambio real en la forma de actuar del Gobierno Federal, sin duda tendrán mucho trabajo y muchos casos para investigar en distintos estados de la República y a nivel federal también, esperemos que la promulgación e implementación del nuevo sistema arroje resultados pronto, eso tal vez le pueda servir al partido en el poder para obtener mejores resultados en las elecciones, siempre y cuando no se utilice como revancha y solo en contra de actores del partido contrario, el buen juez por su casa empieza.
