Un total de 18 universidades de siete regiones de Chile se mantienen en paro en protesta por los casos de acoso y abuso sexual dentro de los planteles educativos, mientras las autoridades de esos centros de estudio hicieron un llamado al diálogo para reanudar las clases.
Los manifestantes exigen que las autoridades universitarias tomen medidas como mejorar los protocolos para sancionar el acoso y abuso sexual al interior de las universidades, así como establecer campañas de acompañamiento sicológico para las víctimas.
El movimiento estudiantil comenzó con la toma de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, el 27 de abril pasado, tras una serie de denuncias de acoso y abuso sexual contra mujeres al interior de esa casa de estudios.
En particular, los estudiantes reclamaron por la demora en la toma de medidas en el caso del profesor de derecho administrativo Carlos Carmona, quien tiene una denuncia por acoso sexual y laboral, además de exigir un nuevo protocolo para enfrentar este tipo de incidentes.
Por su parte, los rectores de los planteles movilizados hicieron un llamado al diálogo, con el fin de terminar con las paralizaciones y que los estudiantes puedan volver a clases.
El rector de la Universidad de Concepción, Carlos Saavedra, llamó a que “los estudiantes depongan las ocupaciones de las facultades en toma para producir un diálogo abierto y propositivo, orientado a que todos los miembros de esos espacios contribuyan”.
Los rectores de las universidades del Biobío, Católica de la Santísima Concepción, de Temuco y de Los Lagos descartaron por su parte que piensen aplicar medidas el desalojo de los manifestantes “porque apelamos a la racionalidad y buen diálogo. La movilización ha sido muy respetuosa”.
Los líderes del movimiento han señalado que este culminará cuando se comience a llegar acuerdos con las personas responsables de cada uno de los planteles universitarios.
