El conflicto del agua en la frontera norte, donde agricultores chocan con la Guardia Nacional y con las demandas de Estados Unidos, ha desbordado a un Gobierno mexicano incapaz de satisfacer por igual a estos actores clave.
Las protestas en el norteño estado de Chihuahua, que han dejado al menos una persona muerta, exhiben la incapacidad de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) de gestionar la crisis pese a que el Tratado de Aguas de México y Estados Unidos data de 1944.