El cierre de una mina de carbón y de dos plantas eléctricas en Craig, una pequeña y remota localidad del noroeste de Colorado, dejará en precaria situación económica y social a miles de latinos y otros residentes, al suprimir recursos para mantener abiertos su hospital y sus escuelas.
Aunque el fin de las instalaciones está previsto para entre 2025 y 2028, la población de esta ciudad en las Montañas Rocosas, a 320 kilómetros de Denver, se redujo ya de 13.000 o 9.000 habitantes desde que en enero de 2020 la empresa Tri-State Generation and Transmission anunció la clausura «por razones empresariales».