El diseñador de arte Mauricio D´Aguinaco, quien trabajó en la película mexicana “Como agua para chocolate” (1992), afirmó que nada lo había preparado en ese entonces para ganar un premio Ariel a los 27 años por la cinta considerada entre las 100 mejores del cine mexicano.
“No tenía la madurez para diseñar, para poder establecer criterios de un nivel muy alto para ganar un premio nacional por los decorados, que en ese entonces se conocía como ambientación”, comentó.
El también director mexicano de cine y guionista compartió a estudiantes parte de su experiencia en el mundo cinematográfico durante la edición 2019 del Festival Internacional de Cine Universitario (FICU) Lanterna, que se desarrolla en la Universidad Anáhuac campus norte.
A decenas de jóvenes que impulsó a trabajar por sus metas y sueños a pesar de los obstáculos que se encuentren les dijo que él siempre tuvo en mente trabajar en la pantalla grande y producir su propia película, para lo cual trabajaba como DJ y muchas cosas más para pagar sus estudios.
Salir con una licenciatura en cine hoy en día “es nuevo, antes no existía, es muy bueno, definitivamente, es bueno tener un documento que ya nos dio la formación teórica, universitaria, que nos puede apoyar, pero muy rápido hay que ponerse a trabajar en un set de filmación”.
Recordó que él entró a trabajar como asistente de producción, básicamente lo que tenía que hacer era cuidar la producción; el proceso creativo está a unas cuantas capas lejos de ese puesto.
Como tenía una familia que se dedicaba a los decorados y estudió arte empezó a tener más afición a cómo ayudar a vestir el set, según narró dentro del Auditorio del CAD, en ese plantel ubicado en el Estado de México.
Ahora, a sus 53 años y tres décadas de trayectoria considera fundamental que los creativos tengan claro que aunque se tengan dudas en el campo de trabajo todas las metas se pueden cumplir.
“Es una ley que si trabajas, te dedicas, te esfuerzas por algo constantemente, tratando de hacerlo mejor y tienes un objetivo claro a donde llegar, vas a llegar a la meta”, dijo.
Llamó a dejar a un lado los pretextos: “no piensen que porque te caíste y te rompiste algo o la familia se quedó sin dinero, no importa el obstáculo o cualquier problema, si sueñas alto, le dedicas el esfuerzo y te pones a hacerlo, vas a llegar a donde quieres”.
Esto le pasó básicamente cuando estaba en los foros de filmación, ya que lo que él soñaba era llegar a lo grande. Se dedicó a eso porque quería hacer cine, estar ahí, ver cómo se hace y ver de qué va.
Entonces, dijo, «como elemento de producción para los decorados demostré que no iba sólo a pasar el tiempo sino a construir su sueño, por lo que todos los días que entraba a set trabajé más que el que estaba a un lado, me esforcé bastante y daba mucho de él en cada actividad en que deseaba desarrollarme.
“De esa manera a los 27 años me gané un Ariel por una película emblemática para la cultura mexicana que es ‘Como agua para chocolate’, por la ambientación”.
También recordó que cuando Alfonso Arau, director del largometraje, les presentó el proyecto les dijo que sería una película que cambiaría el cine mexicano, «algo que pasó tiempo después».
