Por: José Alfredo Ceja Rodríguez /@alfredocejar
Académico Universidad Panamericana
Hace unas semanas sorprendió a la opinión pública la detención del General Salvador Cienfuegos, Ex Secretario de la Defensa Nacional en el sexenio de Enrique Peña Nieto, y sorprendió aún más que se diera en Estados Unidos. En esos días todo era suspenso, no se sabía que pasaría con el General, pero, sobre todo se cuestionaba cómo actuaría el Gobierno Federal frente a un escenario inédito e inesperado.
Todo indicaba que la investigación estaría bien armada, con pruebas contundentes por parte del Gobierno de Estados Unidos y por eso se había arriesgado a detener al General, pero sin duda, se podía generar una diferencia diplomática entre ambos países, debemos recordar que la Secretaría de la Defensa Nacional es una institución en el sistema político mexicano que trabaja de manera diferente a las demás secretarías y en ella existen códigos de lealtad hacia la institución y por ende a los miembros de la misma milicia. En otras palabras, ofender a uno de ellos, es ofender a toda la institución.
Por ello, la interrogante era qué haría el Gobierno Federal, por un lado algunos propusieron que el mismo Gobierno Federal pagara los gastos de la defensa del General, pero al parecer eso no fue tan necesario en Estados Unidos, por otro lado habían quienes decían que no era la mejor idea, pero en tan solo unas semanas y sin esperarlo, se anunció un acuerdo entre ambos gobiernos en el que se retirarían todos los cargos del Ex Secretario de la Defensa Nacional.
Sin duda, no se había dado una detención tan importante hacia un integrante del Ejército Mexicano, desde la detención del General Gutiérrez Rebollo, el llamado Zar Antidrogas, quien fue detenido en Guadalajara por sus vínculos con el cártel de Juárez, pero la diferencia es que esa detención se dio aquí en México.
Otra detención que se dio en Estados Unidos y sin que muchos lo esperaran fue la del Ex Secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, uno de los hombres más cercanos al Ex Presidente Felipe Calderón, aquí la interrogante es ¿porqué el trato hacia Genero García Luna no fue el mismo que al General Cienfuegos?
Tal vez podemos especular en varias respuestas, la primera podría ser el poder que tiene el Ejército Mexicano y la capacidad de negociar con el mismo Presidente de la República para defender a uno de los suyos. Otra respuesta podría ser que el Presidente de la República no va a defender a alguien que sea cercano a uno de sus principales enemigos políticos, como es Felipe Calderón. Si bien la Secretaría de Seguridad Pública en el sexenio de Calderón, fue una dependencia con gran cantidad de recursos y a la que la llamada Guerra Contra el Narcotráfico posicionó como una de las Secretarías más poderosas, no se puede comparar con una institución mucho más poderosa e histórica en nuestro país como el Ejército Mexicano.
Hoy el reto lo tiene el Gobierno Mexicano, Estados Unidos le entregó la investigación y al General para que fuera juzgado aquí en México, tal vez hoy el Presidente esté en una situación compleja, por un lado, tener que investigar y enjuiciar al General Cienfuegos con el Gobierno de Estados Unidos pendiente del curso del caso, pero por otro lado el Ejército Mexicano presionando para que este hecho no pase a mayores.
Al día de hoy, el General Salvador Cienfuegos está en nuestro país y en su casa, tendremos que esperar en los próximos meses el curso que puede tomar esta historia. Algo que es preciso aclarar es que posiblemente sea más fácil enjuiciar y juzgar al Ex Presidente Enrique Peña Nieto o a Luis Videgaray, que al Ex Secretario de la Defensa Nacional, por lo que ello implica.
Gran reto tiene el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, habrá que seguir este caso.
