La reciente caída en la matrícula de las licenciaturas en Sociología, Geografía y Filosofía ha encendido alarmas entre docentes y coordinadores académicos, quienes subrayan la importancia de las ciencias sociales para el desarrollo del pensamiento crítico en un mundo marcado por la desigualdad y la violencia. Según datos del calendario 2025-A, la licenciatura en Sociología ha visto su matrícula reducirse drásticamente a solo 33 alumnos, un descenso significativo desde los 100 estudiantes que alguna vez atrajo.
La doctora Andrea Celeste Razón Gutiérrez, Coordinadora de la licenciatura en Sociología del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), ha señalado que esta tendencia forma parte de una crisis global en las ciencias sociales, exacerbada por la eliminación de estas materias en la educación básica y media superior. «Las ciencias sociales no solo ofrecen herramientas para entender fenómenos complejos, sino que también invitan a cuestionar el mundo que nos rodea, algo fundamental en tiempos de cambio», comentó Razón Gutiérrez.
Este fenómeno no es exclusivo de la Sociología. El maestro Javier Rentería Vargas, Jefe del Departamento de Geografía y Ordenación Territorial, informó que la licenciatura en Geografía ha experimentado un descenso de entre el 30 y el 40 por ciento en su matrícula, un reflejo de la necesidad de equilibrar el trabajo y los estudios tras el regreso a la educación presencial. «Los estudiantes que se acostumbraron a formarse a través de plataformas digitales ahora enfrentan dificultades para gestionar su tiempo de estudio y trabajo», explicó Rentería Vargas.
Por su parte, el maestro José Alejandro Fuerte, Jefe del Departamento de Filosofía, también ha notado un descenso en su programa, de 60 a 33 estudiantes, debido a dificultades económicas que llevan a los jóvenes a optar por carreras consideradas más rentables. No obstante, subrayó la relevancia de la filosofía en la reflexión sobre dilemas éticos contemporáneos, como los que surgen en el contexto de la inteligencia artificial y los conflictos globales. «La filosofía permite examinar la historia y el sentido de la vida humana, ofreciendo una guía para enfrentar los desafíos actuales», argumentó Fuerte.
La situación actual plantea un reto significativo para las instituciones educativas y la sociedad en general. Con un entorno cada vez más complejo y lleno de desafíos, la promoción de las ciencias sociales y el pensamiento crítico se vuelve vital para preparar a las nuevas generaciones en la comprensión y solución de problemas que afectan a la humanidad. La pregunta que queda en el aire es: ¿Cómo revertir esta tendencia y revalorizar el papel de las ciencias sociales en la educación?
Recibe las últimas noticias y mantente siempre informado en nuestro canal de WhatsApp y Telegram
