Después de que algunos medios de comunicación estatales alertaran de que el nuevo foco había surgido tras hallar restos del virus en tablas usadas para cortar salmón en el mercado Xinfadi, el Gobierno de China ha decidido paralizar la importación de este pescado de sus proveedores europeos.
Aunque los expertos apuntan que es poco probable que el pescado pueda acarrear consigo la enfermedad, los grandes supermercados de Beijing, recoge el periódico ‘South China Morning Post’, han retirado el salmón de sus estanterías.
Algo parecido ha sucedido con los restaurantes de la capital que, ante el temor y las dudas de los consumidores, han optado por retirarlo de sus menús.