La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, aseguró que la extradición del narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero fue ejecutada por instrucción directa del presidente Donald Trump, en el marco de una operación que incluyó a otros 27 presuntos criminales expulsados de México el pasado 27 de febrero.
Caro Quintero, acusado del asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985, fue presentado ante una corte federal en Brooklyn, Nueva York, el 28 de febrero, donde se declaró no culpable de los cargos que incluyen homicidio, conspiración para distribuir narcóticos, uso ilegal de armas de fuego y dirección de una organización criminal.
A través de su cuenta oficial en X, Bondi compartió imágenes del encuentro entre el presidente Trump y la familia de Camarena, destacando la presencia de Enrique Camarena Jr., hijo del agente asesinado y actual juez en California. “Recibimos la custodia del asesino de Kiki desde México por orden del presidente Trump”, escribió la fiscal.
El Departamento de Justicia, encabezado por Bondi, informó el pasado 5 de agosto que no solicitará la pena de muerte contra Caro Quintero, decisión que ha generado diversas reacciones en el ámbito judicial y político.
El caso Camarena, considerado emblemático en la historia de la lucha antidrogas entre México y Estados Unidos, se remonta al 7 de febrero de 1985, cuando el agente fue secuestrado en Guadalajara junto al piloto Alfredo Zavala Avelar. Ambos fueron torturados durante más de 30 horas en una propiedad vinculada a Caro Quintero, antes de ser asesinados.
La extradición del fundador del extinto Cártel de Guadalajara representa un nuevo capítulo en la cooperación bilateral en materia de justicia, y ha sido interpretada como un gesto político de alto perfil por parte del gobierno estadounidense. Las autoridades mexicanas no han emitido comentarios públicos sobre la afirmación de Bondi.