La ministra canadiense de Asuntos Globales, Chrystia Freeland, viajará el martes a Washington, donde se reunirá con autoridades comericales de Estados Unidos para trabajar por la exención permanente de los aranceles estadounidenses al acero y al aluminio.
Freeland, principal negociadora de Canadá para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), se reunirá con el representante comercial estadunidense Robert Lighthizer, quien rechazó en Montreal la propuesta canadiense de “retabular” el contenido regional en la producción de autos.
La ministra canadiense también se reunirá con el secretario de Comercio, Wilbur Ross; con el representante Kevin Brady, presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la cámara baja, y con el senador Orrin Hatch, presidente del Comité de Finanzas del Senado.
En la capital estadunidense, la ministra también tendrá encuentros con representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y senadores estadunidenses.
Pese a considerar la exención de aranceles al acero y aluminio como “un paso hacia adelante”, Ottawa desea conseguir que la medida sea permanente y no esté sujeta a la aceptación de las propuestas proteccionistas de la Casa Blanca, como estableció el presidente Donald Trump el pasado jueves.
Canadá busca mantener el comercio “abierto, justo y sin barreras” para beneficiar a las personas en ambos lados de la frontera, estableció la ministra, quien reiteró el compromiso de su país de concluir un TLCAN modernizado que beneficie a todos, tanto canadienses como estadunidenses y mexicanos.
“Estamos listos para tomar acciones cuando sea necesario”, afirmó este lunes el primer ministro canadiense Justin Trudeau, ante los trabajadores de la acerera Rio Tinto, en Quebec.
Recordó que cuando habló con Trump sobre la exención de los aranceles al acero le advirtió que dicha medida tendría “consecuencias”, porque afectaría a las industrias de ambos lados de la frontera.
Trudeau recordó que Canadá también es víctima del ‘dumping’ chino en las exportaciones de acero, por lo que exhortó a la administración estadunidense a trabajar juntos, porque “nos podemos apoyar en este tema”, en lugar «de pelear uno con el otro”.
En su oportunidad, el gobernador de Quebec, Philippe Couillard, afirmó que “nadie gana en una guerra comercial”.
