En el arranque de la Semana 3 de la NFL, los Buffalo Bills vencieron 31-21 a los Miami Dolphins en Orchard Park, en un encuentro que desafió las expectativas previas y reafirmó el dominio de los locales en esta histórica rivalidad.
Con 13 triunfos en los últimos 14 enfrentamientos y nueve victorias consecutivas en casa ante los Dolphins, Buffalo parecía tener el control asegurado. Sin embargo, el equipo de Miami mostró resistencia desde el inicio, con una anotación de Ollie Gordon y buenas ejecuciones de Tyreek Hill y Jaylen Waddle, que llevaron el marcador a un sorpresivo empate 14-14 al medio tiempo.
La diferencia llegó en el último cuarto, cuando Josh Allen, actual MVP, lanzó su tercer pase de anotación de la noche, acumulando 213 yardas. Conectó previamente con Dalton Kincaid y Jackson Hawes, y selló la victoria tras un castigo por golpe al pateador que prolongó una ofensiva clave. Allen aprovechó la oportunidad y encontró a Khalil Shakir en la zona de anotación.
Miami tuvo una última oportunidad para empatar, pero Tua Tagovailoa fue interceptado por Terrel Bernard, capitán defensivo de los Bills, lo que cerró el encuentro y extendió la racha negativa de los Dolphins en Buffalo a diez derrotas consecutivas.
Con este resultado, los Bills mantienen el invicto y refuerzan su posición en la división, mientras que Miami enfrenta un complicado inicio de temporada con tres derrotas consecutivas. La campaña apenas comienza, pero Buffalo ya proyecta un camino sólido hacia la postemporada.