Inicio COLUMNAS Barca sin remos

Barca sin remos

45
0

Por: Jaime Castillo Copado

Quince años sin gobernador

Corría el año 2003 cuando el entonces gobernador Francisco Ramírez Acuña, despachaba en Casa Jalisco, que Puerto Vallarta dejó de tener gobernador.
Esto porque tras perder las elecciones intermedias de aquel año, el Partido Acción Nacional entregó las llaves del Palacio municipal de Vallarta, al priistas Gustavo González Villaseñor.

Desde aquel entonces y hasta la fecha, el puerto turístico más importante de Jalisco se hizo a la vida pública sin una concurrencia ideológica o grupos políticos alineados entre sí, que le dieran al puerto una armonía con el desarrollo que desde la capital, cada gobernador proponía para Jalisco.

Esto fue debido a que los priistas gobernaron el puerto desde aquel lejano año 2003, y hasta por casi diez años más, cuando el todavía panista Emilio González Márquez tuvo que despedirse de Casa Jalisco, para ceder ese espacio al priista Aristóteles Sandoval, ganador de la contienda político electoral de aquel año.
Para ese entonces, los vallartenses, ya estaban hartos de las corruptelas de tres presidentes municipales priistas al hilo (uno concesionó parques públicos para volverlos estacionamientos privados; otro endeudó al municipio para muchos años; mientras que el otro agarró el gobierno como agente inmobiliario), de modo que optaron por dirigir la mirada, en aquel entonces, hacia una juvenil expresión política en Jalisco, encabezada por Enrique Alfaro Ramírez: Movimiento Ciudadano.

Fue entonces que los avatares de la política jalisciense llevaron nuevamente al PRI a lo más alto del poder, desde donde gobierna todavía Jorge Aristóteles Sandoval, quien desde hace casi ya seis años, ha tenido que lidiar con un Puerto Vallarta que está siendo gobernado precisamente por Movimiento Ciudadano.

Sin embargo, luces de cambio se avizoran en el camino, esto debido a las más elevadas posibilidades que tiene Enrique Alfaro de ser el primer gobernador emanado de Movimiento Ciudadano, que a como se ven las cosas, podrá poner fin a la desgracia vallartense de vivir sin gobernador.
De seguir las cosas por este camino (y a juzgar por los brazos caídos de los priístas), 2018 será el año en que Puerto Vallarta vuelva a tener gobernador, que comparta visión y grupo con los vallartenses, a través de Arturo Dávalos Peña, quien gobierna el puerto con mar en calma y se enfila directo hacia la reelección.

Momentos estelares de la política que prometen grandes oportunidades para el destino turístico más importante de Jalisco, en donde la iniciativa privada ha tenido que sacar la casta para mantenerse como el puerto con más llegada de turistas en el Pacífico Mexicano, que tienen en el gobierno municipal un aliado eficiente, ordenado y muy bien calificado por la población.
Bienvenidos los nuevos aires en Jalisco, aires con sabor a naranja.

Comments

comments

Artículo anteriorSalud Zapopan fortalece la seguridad de paramédicos motorizados
Artículo siguienteImpulsa STPS el empleo en la entidad
Periodista, resignado Atlista, enamorado de mi ciudad y de mi Estado. De L a V en punto de las 7am al aire @1070noticias http://bit.ly/oYJFU2