En México, expertos y autoridades alertan sobre la prevalencia de rasgos psicopáticos en la población infantil y juvenil, y sus posibles implicaciones en la salud pública y la seguridad nacional. Aunque se estima que hasta el 90% de las personas presentan algún rasgo de esta naturaleza, la presencia de comportamientos violentos, impulsivos o carentes de empatía puede convertirse en una problemática que requiere atención especializada.
La diputada del Estado de México y presidenta de la Comisión de Salud, Jennifer González, señaló en entrevista que estos rasgos, identificados mediante marcos teóricos respaldados por especialistas, incluyen conductas contrarias a las normas sociales y morales, como violencia, mentiras, ausencia de remordimiento, inestabilidad emocional, impulsividad y falta de sentido de pertenencia. La legisladora destacó que, desde su experiencia como médica, las neurociencias y el enfoque en el neurodesarrollo ofrecen herramientas para detectar tempranamente estos signos, permitiendo intervenciones oportunas.
González resaltó la importancia de priorizar la salud mental infantil en las políticas educativas, dado que la detección temprana puede tener un impacto positivo en indicadores sociales relevantes, como la deserción escolar, los embarazos adolescentes y las adicciones, incluyendo las relacionadas con sustancias como el azúcar o los carbohidratos. La especialista subrayó que abordar estos aspectos desde una perspectiva integral puede contribuir a reducir los riesgos asociados a la presencia de rasgos psicopáticos en la población joven.