Un ataque aéreo ruso ha dejado al menos 32 muertos, entre ellos dos niños, y 99 heridos, once de ellos niños, en la ciudad ucraniana de Sumy, situada cerca de la frontera con Rusia, según el último balance proporcionado por las autoridades ucranianas, que denuncian el uso de bombas de racimo en este bombardeo.
El ministro del Interior de Ucrania, Igor Klimenko, informó en su cuenta de Telegram que varios misiles balísticos impactaron en el centro de la ciudad, el cual estaba abarrotado de personas que celebraban el Domingo de Ramos, además, pidió a la población abstenerse de acudir a la zona para facilitar la evacuación y la atención a los heridos.
El propio Klimenko confirmó 32 fallecidos, mientras que el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania dio cuenta en su último balance de 99 heridos, incluidos 11 niños. Entre los heridos, 34 están hospitalizados, diez de ellos en estado grave. «Los equipos de rescate continúan su trabajo en el lugar del ataque enemigo», indicó el Servicio Estatal de Emergencias.
El primer ministro ucraniano, Denis Shmihal, confirmó poco después que han resultado particularmente afectados «edificios y residencias de la Universidad Estatal de Sumy», que han acabado «destruidos» en un «cínico y violento ataque».
Sin embargo, el gobernador de la región homónima, Volodimir Artiuj, explicó que la mayor parte de las víctimas viajaban en un autobús alcanzado por uno de estos proyectiles, el primero de ellos, una «bomba de racimo», como luego confirmó el jefe de la Oficina Presidencial, Andriy Yermak.
Por su parte, el presidente del país, Volodimir Zelenski, denunció «el terrible ataque con misiles balísticos rusos». «Solo una escoria inmunda puede actuar así, arrebatando la vida a gente común», lamentó el mandatario.
«Sin presión sobre Rusia, la paz es imposible. Las conversaciones nunca han detenido los misiles balísticos ni las bombas aéreas. Lo que se necesita es una actitud hacia Rusia que un terrorista merece», añadió.
Finalmente, el portavoz de la Presidencia ucraniana, Andri Yermak, denunció que los proyectiles rusos lanzados contra Sumy tenían bombas de racimo. «Los rusos están haciendo esto para matar a tantos civiles como sea posible. El ataque de la ciudad de Sumy es un ataque deliberado contra civiles», apuntó en un comunicado.
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