Florida inició esta semana la construcción de un centro de detención migratoria en medio de los Everglades, en un terreno apodado ya como el “Alcatraz de los caimanes” por su ubicación remota, su vigilancia natural con fauna silvestre y su propósito de retener a migrantes en proceso de deportación.
El sitio se instalará sobre un aeródromo abandonado en el corazón de esta zona pantanosa, una de las más extensas del sureste de Estados Unidos.
De acuerdo con el fiscal general de Florida, James Uthmeier, el lugar fue elegido por su aislamiento natural: un terreno de más de 7 mil hectáreas que reduce los costos de seguridad perimetral y limita las posibilidades de escape.
Según las autoridades, el centro estará compuesto por grandes tiendas de campaña y camas con capacidad inicial para al menos mil personas.
El fiscal Uthmeier lo describió como “una zona completamente rodeada por los Everglades, sin lugares dónde ir y nada esperándolos más que caimanes y pitones”.
En un video difundido en redes sociales, el funcionario mostró imágenes del sitio, con planos del área y clips de detenciones recientes por parte del ICE (Servicio de Control de Inmigración y Aduanas).