El senador Gerardo Fernández Noroña denunció este martes el asalto a una propiedad suya en Tepoztlán, Morelos, valuada en aproximadamente 12 millones de pesos. A través de sus redes sociales, el legislador calificó el incidente como “grave y extrañísimo”, aunque no precisó si hubo sustracción de bienes ni el valor de los posibles daños.
“Entraron a robar a la casa en Tepoztlán, a casa de la dueña. Grave y extrañísimo hecho. Emma está bien”, escribió en su cuenta de X, en referencia a la persona que se encontraba en el inmueble al momento del incidente.
Posteriormente, Fernández Noroña compartió una imagen de una camioneta Jeep blanca con placas del Estado de México, que presuntamente circuló por la propiedad. Según el senador, la matrícula no aparece en el Registro Público Vehicular (REPUVE), lo que ha generado sospechas sobre su procedencia.
El asalto ocurrió mientras el legislador se encontraba en la Ciudad de México, tras participar en un acto conmemorativo en Chihuahua por el asalto al cuartel Madera de 1965.
Controversia por la propiedad
La residencia de Fernández Noroña ha sido objeto de controversia desde agosto, cuando el propio senador reconoció que no cuenta con escrituras del inmueble, ubicado dentro del Área Natural Protegida Parque Nacional El Tepozteco. Comuneros de Tepoztlán han señalado que la ocupación de ese predio es irregular, dado que en el municipio no existe propiedad privada.
El régimen de propiedad comunal, establecido por decreto presidencial en 1929, abarca 23 mil 800 hectáreas. En ese contexto, únicamente son válidas las constancias de posesión emitidas por la Asamblea de Bienes Comunales de Tepoztlán.
En respuesta a las críticas, el legislador morenista retó públicamente a los comuneros a “pasar por encima” de él si pretendían retirarle el inmueble, y denunció lo que considera una “especulación inmobiliaria brutal” en la zona.
Hasta el momento, las autoridades locales no han emitido un informe oficial sobre el asalto ni sobre posibles avances en la investigación. El caso se suma a la tensión que ha rodeado la propiedad del senador en uno de los pueblos mágicos más emblemáticos del país.