El arzobispo de Tulancingo, Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, ha emitido un llamado a la comunidad católica para que se respete la imagen del Niño Dios, instando a los feligreses a evitar vestirlo con uniformes de equipos de fútbol, superhéroes o personajes que puedan generar controversia. Esta declaración llega en el contexto de la celebración del Día de la Candelaria, que se conmemora cada 2 de febrero, un día marcado por tradiciones y significados profundos en la cultura mexicana.
El arzobispo destacó la importancia de esta festividad, que no solo representa el final de la temporada navideña, sino que también está entrelazada con prácticas y creencias de las culturas indígenas que existían en el país antes de la llegada de los conquistadores. Domínguez Couttolenc enfatizó que la vestimenta del Niño Dios debe reflejar respeto y reverencia, y no ser un vehículo para expresar preferencias personales o controversiales que puedan desvirtuar su significado sagrado.
El Día de la Candelaria es una celebración popular que invita a los fieles a vestir al Niño Dios con ropa nueva y especial, pero el arzobispo ha pedido que esta tradición se realice con un sentido de respeto y dignidad. En este sentido, subrayó que el uso de disfraces que aluden a la cultura pop o que hacen referencia a figuras polémicas puede desvirtuar la esencia espiritual de la festividad.
La invitación a replantear la manera en que se viste al Niño Dios busca fomentar un ambiente de respeto hacia las tradiciones religiosas y culturales, recordando que el 2 de febrero es una ocasión para la reflexión y la unión familiar, marcada por la devoción y la fe. En un mundo donde la cultura popular a menudo se entrelaza con las tradiciones religiosas, el mensaje del arzobispo resuena como un llamado a volver a lo fundamental y a celebrar con reverencia lo que este día representa para los creyentes.