¿Tiene un amigo que cuando pasa una persona atractiva no puede evitar voltearla a ver como si se tratara de un perro viendo a un hueso? Pueden estar conversando en un parque o un bar cuando de repente su mirada se pierde por encima de tu hombro, al voltear a la dirección que el o ella ve notas que hay una persona sumamente atractiva caminando.
Un estudio, de la Universidad de Jena, en Alemania, demostró que automáticamente vemos las caras atractivas durante más tiempo que las menos atractivas. Sugiriendo que cuando miras a alguien que te parece guapo/guapa en realidad se trata de un efecto psicológico del cual no tienes mucho control. La investigación incluso demostró que nos toma más tiempo reconocer una cara que no nos parece atractiva que una que consideramos encantadora.
Aunque el estudio no especifico los mecanismos que pueden haber detrás de estos efectos, existen algunas teorías:
La atracción física por alguien es básicamente tu cerebro detectando una pareja sexual en potencia, por lo que no puede dejar pasar la oportunidad, entonces toma el control de tus ojos y envía recursos extra para clasificar si en realidad se trata de una posible pareja, buscando al mismo tiempo establecer contacto visual.
Los hombres han mostrado tener una desventaja en el tema. Un estudio psicológico del 2012 probó las habilidades cognitivas de hombres y mujeres en distintas situación y los hallazgos fueron interesantes. Cuando los participantes masculinos realizaron las pruebas cognitivas mientras pensaban que estaban siendo observados por mujeres, su rendimiento resultó ser significativamente pero que si pensaban que estaban siendo observados por hombres.
Es importante recalcar que todos los participantes de éste estudio en particular se identificaron como heterosexuales. Sería interesante ver si los hombres homosexuales muestran la misma ‘discapacidad cognitiva’ temporal, al sentirse observados por otros hombres.
Los investigadores también insistieron que los resultados podrían ser muy influidos por la cultura. Quizás la presión social percibida por los hombres para impresionar a las mujeres es más fuerte en unas culturas que en otras, lo que podría alterar los resultados de los estudios.
Quizás nuestra tendencia de observar a las personas atractivas durante más tiempo y con mayor frecuencia tenga otros aspecto, que involucra a la autoimagen. Podría ser que las caras atractivas sean más memorables para ti que las del resto por la única razón que las has observado durante más tiempo y con mayor detenimiento.
Otro estudio demostró que clasificamos la belleza de los otros de acuerdo a como nos sentimos respecto a nuestra propia imagen. Curiosamente el efecto pareció ser mayor en las mujeres: “mientras más alto se calificaban en una escala de auto atracción, calificaban más negativamente a los demás.”
