Durante alrededor de 12 minutos y rodeado por elementos de seguridad, el bajista de Guns N’ Roses, Michael Andrew «Duff» McKagan, salió a las afueras del hotel donde se hospeda exclusivamente para firmar autógrafos a unos treinta fans que aguantaron por horas bajo la lluvia.
Vestido de negro el músico bajó del elevador a las 14:00 horas y eso entusiasmó a los seguidores que lo esperaban sobre Paseo de la Reforma. De repente se dirigió a la puerta y sus guardaespaldas dieron indicaciones como «fórmense», «si no hay orden nos vamos» o «bajen los celulares».
Sin embargo, el estadounidense se mostró accesible y dejó contentos a todos los presentes, incluso se despidió con la palabra «gracias», en español, que repitió varias veces al igual que preguntó si ya eran todos a quienes darles su autógrafo.
Entre los objetos que más firmó estuvieron boletos del pasado concierto, discos, fotografías, posters y hasta tickets para los despistados que no llevaban nada más o pasaron y se encontraron con que estaba afuera. Incluso acudieron dos argentinos y uno de ellos le pidió a Duff que le firmara el brazo, pues piensa, dijo, ir a tatuarse su firma.
La agrupación ofrece en este momento su segundo y último concierto en el Foro Sol de la Ciudad de México en una esperada gira de reencuentro entre sus integrantes más famosos.