El gobernador Enrique Alfaro reconoció que, tras los hechos del 11 de julio en Tlajomulco en los que murieron seis personas, integrantes de su gobierno han recibido amenazas, lo que, afirmó, es resultado de que la estrategia contra el crimen está funcionando.
«El mensaje es claro, nosotros estamos haciendo nuestro trabajo y no vamos a parar, no nos vamos a doblar y no nos vamos a rajar, vamos a seguir trabajando y demostrando con hechos que vamos por el camino correcto», señaló.
Alfaro se pronunció así mientras mostraba estadísticas sobre la reducción de indicadores de inseguridad, tal como lo hace de forma mensual.