Un reciente informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) advierte sobre el aumento de las tensiones en el ámbito nuclear, en un contexto de debilitamiento de los mecanismos internacionales de control y regulación. La tendencia global muestra una creciente modernización de arsenales y una retórica nuclear intensificada por varias potencias, lo que genera preocupaciones sobre un posible recrudecimiento de la carrera armamentística nuclear.
Según el informe, los nueve países con capacidad nuclear –Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel– continuaron en 2023 con programas “intensivos” de actualización y expansión de sus arsenales, incluyendo nuevas versiones de armas existentes y tecnologías innovadoras. De un inventario estimado de aproximadamente 12,2 mil ojivas en enero pasado, cerca de 9,6 mil se encontraban en arsenales militares, con más de 3,9 mil desplegadas y aproximadamente 2 mil en alerta máxima.
El documento señala que, desde el fin de la Guerra Fría, las políticas de desarme, principalmente en EE.UU. y Rusia, habían superado la acumulación de nuevas armas, pero esa tendencia se ha frenado y podría revertirse en los próximos años, debido a una desaceleración en los procesos de desmantelamiento y un incremento en los despliegues militares. La retórica nuclear también ha aumentado, mientras que los acuerdos internacionales de control de armas, como el tratado START III, están próximos a expirar en 2026, sin que exista un acuerdo bilateral en marcha para su renovación.
El SIPRI advierte que esta nueva carrera armamentística presenta “más riesgos e incertidumbres” que la anterior, especialmente por el avance de tecnologías como la inteligencia artificial, capacidades cibernéticas, sistemas de defensa antimisiles y tecnologías cuánticas, que podrían ampliar aún más el alcance y la potencial peligrosidad de los arsenales nucleares.
En cuanto a las principales potencias, Estados Unidos y Rusia concentran cerca del 90% del total de armas nucleares del mundo y, aunque sus arsenales parecen mantenerse estables en cifras, ambos países están impulsando extensos programas de modernización que podrían incrementar el tamaño y la diversidad de sus arsenales en el futuro cercano.
Por su parte, China continúa expandiendo su arsenal a un ritmo acelerado, con una tasa de crecimiento de aproximadamente un centenar de ojivas por año desde 2023. Se estima que en 2035 China podría contar con alrededor de 1,5 mil cabezas nucleares, cifra que, aunque significativa, seguiría siendo menor en comparación con los arsenales de EE.UU. y Rusia.
El informe del SIPRI concluye que, sin un acuerdo internacional que limite la proliferación y modernización de armas nucleares, el riesgo de un conflicto nuclear aumenta, poniendo en jaque la estabilidad global en un momento en que los mecanismos de control parecen estar en declive. La comunidad internacional enfrenta el desafío de fortalecer los acuerdos y reducir las tensiones antes de que la situación se vuelva irreparable.
Con información de EFE