Al menos 38 personas murieron este miércoles en Birmania en la jornada más sangrienta por las protestas contra la junta militar, violentamente reprimidas por las fuerzas de seguridad, según la enviada especial de la ONU, Christine Schraner Burgener.
“Hoy fue el día más sangriento desde que ocurrió el golpe”, dijo Schraner Burgener en una conferencia de prensa para repasar la situación en el país asiático desde que los militares tomaron el poder el mes pasado.