La Secretaría de Gobernación continúa con la actualización del Banco Nacional de Datos e Información sobre casos de Violencia contra las Mujeres (Banavim), con el registro diario de agresiones que integran las dependencias de los tres órdenes de gobierno.
La actualización de dichos datos busca conocer el perfil de las mujeres víctimas de violencia, así como de las personas agresoras. De acuerdo con las cifras, hay más de 565 mil expedientes únicos de mujeres violentadas, se han documentado 580 mil agresiones y se han emitido casi 70 mil órdenes para proteger a las víctimas.
No obstante, de las 565 mil agresiones sólo 197 mil han sido atendidas con atención legal, apoyo psicológico o trabajo social; es decir sólo 34 por ciento del total.
La edad promedio de las mujeres víctimas de violencia es de 33 años y el 93 por ciento de las agresiones se dan en el ámbito familiar más que comunitario, laboral o institucional.
Los datos han arrojado que no importa su nivel de escolaridad, porque un importante número de mujeres, incluso con posgrado, son violentadas, y aumenta significativamente cuando pertenecen a una etnia, particularmente Maya, Tzotzil o Náhuatl.
Casi la mitad (48 por ciento) de las víctimas son mujeres casadas y la violencia psicológica es mayor que la física; ésta última se materializa principalmente en golpes en la cara, cabeza, espalda y cuello; el agente de la lesión son los golpes, puntapiés, armas contundentes, punzocortantes de fuego y quemaduras.
Las agresiones físicas generan angustia, tristeza, depresión, trastornos del sueño o ideación suicida.
De acuerdo con Segob, las estadísticas sirven para entender el problema, los patrones, comportamientos de las personas agresoras; sin embargo, «la erradicación de la violencia contra las mujeres atraviesa por el compromiso y la voluntad de todas las autoridades».
Señaló en un comunicado que sirven también para recuperar espacios públicos, aumentar patrullajes, colocar botones de pánico, brindar atención inmediata a las llamadas de auxilio que se hacen a las instituciones para recibir apoyo ya sea legal, médico, psicológica o de refugio.
