En un trágico incidente ocurrido en la madrugada del miércoles, un autobús alquilado volcó en la provincia de Prachinburi, al este de Tailandia, resultando en la muerte de 18 personas y dejando a 31 más heridas. El vehículo transportaba a un grupo en un viaje de estudios desde el norte del país hacia la provincia costera de Rayong.
Las autoridades locales han confirmado que el Departamento de Transporte por Tierra se encargará de coordinar la investigación junto a la policía, con el objetivo de esclarecer las circunstancias del accidente. Además, se anunció que se intensificarán las inspecciones de los vehículos de transporte público para asegurar que cumplan con los estándares de seguridad establecidos.
La seguridad vial en Tailandia es una preocupación constante, ya que el país ocupa el noveno lugar a nivel mundial en muertes por accidentes de tráfico, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Este reciente suceso recuerda la tragedia de octubre del año pasado, cuando 23 estudiantes y profesores perdieron la vida en un incendio de autobús, un evento que destacó la falta de mantenimiento y las inspecciones deficientes en los vehículos de transporte escolar.
El mes pasado, otro accidente en la provincia de Prachuap Khiri Khan dejó 14 muertos y más de 30 heridos, lo que pone de manifiesto la gravedad de la situación. En ese caso, se investigó la posibilidad de que el conductor se hubiera quedado dormido al volante, lo que plantea serias dudas sobre la capacitación y las condiciones laborales de quienes operan estos vehículos.
Las autoridades tailandesas enfrentan un desafío significativo para mejorar la seguridad vial y prevenir futuras tragedias en un país donde la cultura del transporte y la infraestructura vial requieren atención urgente.
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