Por: Polo Leal
Las alianzas electorales se han convertido en una moda cuyo único fin es derrotar a sus rivales sin importarles la ideología partidista y que en algunos temas se hayan polarizado las opiniones.
Mucha gente se queja del exceso de partidos políticos y propone que se debe eliminar a los partidos pequeños (por así llamarlos), cosa que no puede ser porque se incurriría en actos ilegales.
Pero lo que sí puede ser es eliminar la posibilidad de que existan alianzas electorales y que cada quien se la juegue con lo que tiene. Entonces así, quien reúna los requisitos podrá continuar dentro del mapa electoral como partido político y competir en los procesos.
Sumado a lo anterior, se debe incrementar el porcentaje en la votación obtenida por los partidos políticos para conservar su registro como tal, ya que en la actualidad es muy bajo este requisito.
Existen algunos partidos que tienen años participando en los procesos electorales estando aliados con los partidos grandes, sólo con el propósito de conservar el registro porque al momento de ser gobierno, obviamente no pueden coincidir en sus políticas públicas debido a que sus plataformas son totalmente opuestas.
Estamos en el momento preciso para que esas alianzas terminen y cada partido busque fortalecerse por sus propios medios y no cobijándose en los partidos tradicionales.
Las nuevas expresiones políticas deben ser capaces de demostrar el porqué de sus proyectos, ofrecer alternativas que llamen la atención de los electores y consolidar todo su trabajo con votos propios, que les permitan continuar participando.
Así pues, se debe terminar con esas alianzas que lo único que bucan es llegar al poder por el simple hecho de llegar, sin tener coincidencias en las formas de gobernar.
