Hace cincuenta años, la película «Tiburón», dirigida por Steven Spielberg, irrumpió en la pantalla grande para convertirse en un fenómeno mundial que aún hoy influencia la cultura popular y la economía de una pequeña isla de Massachusetts. La filmación, que tuvo lugar en Martha’s Vineyard, transformó ese rincón del noreste estadounidense en un destino turístico y en un referente del cine de suspense, dejando un legado imborrable en su comunidad y en la historia del cine.
El rodaje, que comenzó en la temporada baja de 1974, implicó numerosos desafíos para un joven Spielberg de 27 años, con apenas algunos trabajos previos y sin prever el impacto que tendría la historia de un gran tiburón que aterroriza a una comunidad costera. La película, estrenada el 20 de junio de 1975, no solo consolidó la fama del director, sino que también catapultó a Martha’s Vineyard a la atención internacional, convirtiéndola en un destino codiciado por turistas y figuras públicas.
Cincuenta años después, la isla mantiene vivo el legado de «Tiburón». Sus comercios conservan recuerdos de aquella época y el museo local organiza exposiciones que revelan los secretos del rodaje y el impacto cultural de la película. La comunidad, que en verano recibe a cerca de 200 mil visitantes, ha sabido preservar su identidad, evitando grandes cadenas comerciales y manteniendo el carácter familiar que la ha caracterizado desde entonces.
Personajes como Tom Scott, quien en aquel entonces era un adolescente que participó en escenas menores, rememora aquella experiencia: «Nunca vimos al tiburón en persona, ni siquiera a Spielberg. La película nos marcó, pero la verdad es que solo queríamos divertirnos», comenta a medios locales. Hoy, Scott se dedica a ofrecer recorridos turísticos por la isla, manteniendo vivo ese vínculo con la historia del filme.
El impacto de «Tiburón» trasciende lo cinematográfico. La película no solo generó un éxito de taquilla, con una recaudación de aproximadamente 470 millones de dólares y múltiples premios Óscar, sino que también impulsó a Martha’s Vineyard como un enclave de lujo y residencia de figuras político-sociales, desde expresidentes como Bill Clinton y Barack Obama hasta miembros de la realeza y celebridades. Sin embargo, su fama también ha traído tragedias, como el accidente de avión que en 1999 cobró la vida de John F. Kennedy Jr. y su esposa frente a sus costas.
Con motivo de su aniversario, el museo local ha organizado una serie de eventos para celebrar el legado del filme, que sigue siendo uno de los más influyentes en la historia del cine. Expertos destacan que la clave de su perdurabilidad radica en su autenticidad: fue filmada en un lugar real, con personas de la comunidad, lo que le confiere un peso y una cercanía que aún cautivan a nuevas generaciones.
Steven Spielberg, que en su momento prefirió no hacer del tiburón una estrella de la película, logró con «Tiburón» un hito que revolucionó la industria y que continúa siendo un referente cultural. Medio siglo después, la historia de aquel escualo mecánico y el pequeño pueblo que lo convirtió en leyenda siguen atrapando la imaginación de espectadores y turistas por igual.