La figura de Baba Vanga, la vidente búlgara conocida por sus seguidores como la “Nostradamus de los Balcanes”, vuelve a ocupar titulares tras el atentado contra Donald Trump en julio de 2024. Diversos medios internacionales han retomado supuestas predicciones atribuidas a la mística, en las que se advertía un “peligro para la vida” de un líder occidental, lo que algunos interpretan como una referencia directa al mandatario estadounidense.
Según publicaciones como Times of India y Unilad Tech, Vanga habría anticipado que Trump enfrentaría una “misteriosa enfermedad” que afectaría su oído y estaría relacionada con un tumor cerebral. La coincidencia con el ataque en Butler, Pennsylvania —donde una bala rozó la oreja derecha del presidente— ha sido señalada por seguidores como prueba del cumplimiento de la profecía.
Sin embargo, no existen registros médicos que confirmen daños auditivos ni diagnósticos relacionados con tumores cerebrales. Tampoco hay evidencia documental de que Baba Vanga mencionara a Trump por nombre, lo que deja espacio para la interpretación y el escepticismo.
Una de las frases más citadas en redes y medios es que “un líder poderoso de Occidente enfrentará un mal que le dañará el cerebro y el oído”. Tras el atentado, esta afirmación ha sido vinculada al episodio vivido por Trump, aunque especialistas advierten que muchas de las profecías de Vanga son vagas y susceptibles de reinterpretación.
Además de esta predicción, se le atribuye haber anticipado una crisis económica mundial entre 2025 y 2026, lo que algunos analistas relacionan con el contexto político actual y las tensiones comerciales que podrían derivarse de un nuevo mandato de Trump.
A lo largo de su vida, Baba Vanga fue asociada con visiones sobre eventos globales como la caída de la Unión Soviética, el ataque al submarino Kursk, el 11-S y el tsunami del océano Índico en 2004. No obstante, también se le adjudicaron profecías que no se cumplieron, como la desaparición de Europa en 2016 o una guerra nuclear en la década pasada.
El caso de Trump ilustra el fenómeno recurrente en torno a las predicciones de Vanga: una mezcla de coincidencias, mitificación y reinterpretaciones posteriores que alimentan tanto la fascinación como la duda.