La colaboración espacial entre Estados Unidos e India culmina en el lanzamiento de un satélite de alta precisión para la observación del planeta
El miércoles, la NASA y la Organización de Investigación Espacial de India (ISRO) lanzaron conjuntamente el satélite NISAR, un dispositivo de mapeo terrestre diseñado para detectar cambios sutiles en la superficie de la Tierra y las capas de hielo. La misión, con un costo aproximado de 1.300 millones de dólares, busca mejorar la capacidad de predicción de desastres naturales y facilitar respuestas tempranas ante eventos como inundaciones, deslizamientos y erupciones volcánicas.
El satélite, que fue puesto en órbita desde una instalación en India, cuenta con dos radares —uno desarrollado por Estados Unidos y otro por India— que operan en cualquier condición climática, incluyendo presencia de nubes y lluvias. Estos radares emiten señales de microondas que rebotan en la superficie terrestre y son captadas por un reflector de antena en el extremo del satélite, permitiendo recopilar datos con una resolución extremadamente precisa, incluso de cambios menores a un centímetro.
Durante su operación, que se extenderá por al menos tres años, el satélite realizará múltiples pasadas sobre las mismas áreas cada 12 días, permitiendo comparar las mediciones y detectar variaciones en la superficie. Entre los aspectos que monitoreará con mayor urgencia se encuentran el derretimiento de glaciares, la pérdida de hielo en las regiones polares, cambios en la disponibilidad de agua subterránea y movimientos del suelo asociados con riesgos sísmicos.
El proceso de despliegue del satélite incluye la extensión de un brazo de 9 metros y la apertura de un reflector de 12 metros de diámetro, ambos componentes que permitirán la captura de datos detallados. Se espera que las operaciones científicas comiencen a finales de octubre, tras completar el ensamblaje y calibración de sus instrumentos.
El proyecto NISAR representa la mayor colaboración espacial entre ambos países, con aportes de 1.200 millones de dólares por parte de la NASA, que suministró el radar de baja frecuencia y el reflector, y 91 millones de dólares de la ISRO, que aportó el radar de alta frecuencia, la estructura principal y el lanzamiento desde la bahía de Bengala.
Este satélite operará desde una órbita casi polar a aproximadamente 747 kilómetros de altitud, sumándose a una serie de misiones de observación terrestre en curso en Estados Unidos e India. Los datos que recolecte NISAR serán utilizados para comprender mejor los cambios en la superficie del planeta y mejorar las predicciones de fenómenos naturales que afectan a millones de personas en todo el mundo.