Dos sillas quedaron vacías al frente de los más de 200 alumnos que se graduaron de la escuela primaria Pedro Fructuoso Padilla Méndez en Hermosillo, Sonora.
Los espacios fueron ocupados por un retrato, veladora, su diploma y un globo en memoria de las gemelas Meredith y Medilyn, quienes murieron a balazos mientras abrazaban a su hermana menor en Hermosillo, Sonora, en un crimen perpetrado por la pareja de su madre.
La graduación ocurrió a las 19:00 horas del pasado 9 de julio, los colores festivos fueron cambiados por el dorado y el negro, para celebrar, pero dejar en claro que en la generación 2019-2025, hay luto por el crimen.
Hubo minutos de silencio, pero también de aplausos en honor a las víctimas, en los mensajes de todos los oradores de la ceremonia de graduación estuvo presente el sentimiento de tristeza y de nostalgia por las graduadas que no están debido a un crimen en razón, en el que debido a que el agresor era un narcomenudista y sicario, también estuvo involucrada la delincuencia organizada.
En los pases de lista de los salones de sexto grado donde cursaban Meredith y Medilyn, las gemelas de 11 años, sus compañeros de clases las añoraban y en el rostro de los graduados había felicidad por el ciclo terminado, pero también tristeza por las alumnas que ya no están.
En los próximos días comenzará el juicio en contra de Jesús Antonio, arrestado por las autoridades y consignado por Fiscalía General de Justicia en Sonora por los delitos de feminicidio e infanticidios agravados, también por narcomenudeo y delincuencia organizada. El Ministerio Público afirma que tiene un caso sólido y que pedirá la sentencia máxima que puede ser de 70 años, acumulado por las cuatro víctimas en 280 años de prisión.
