La policía de Oslo anunció este viernes la presentación de cargos formales contra Marius Borg Høiby, hijo mayor de la princesa heredera de Noruega, Mette-Marit, por múltiples delitos, incluyendo violación, agresión sexual y daño corporal. La acusación se sustenta en una investigación que duró varios meses y que involucra a un número de víctimas en doble dígito, según fuentes oficiales.
Høiby, de 28 años, ha estado bajo atención pública desde que fue arrestado en varias ocasiones en 2024, en medio de acusaciones que también incluyen daños en propiedad ajena. La investigación se basó en mensajes de texto, testimonios de testigos y registros policiales, y el joven ha colaborado con las autoridades durante los interrogatorios, los cuales ya han concluido.
Los cargos específicos incluyen un caso de violación con penetración, dos casos de violación sin penetración, cuatro episodios de agresión sexual y dos de daño corporal, informó el jefe de la policía de Oslo, Andreas Kruszewski. Este último añadió que, por motivos de confidencialidad, no puede divulgar detalles sobre el número exacto de víctimas, aunque confirmó que son al menos en doble dígito.
El abogado defensor de Høiby, Petar Sekulic, afirmó a la prensa que su cliente «toma las acusaciones muy en serio», pero que en la mayoría de los casos, especialmente en los relacionados con delitos sexuales y violencia, no reconoce haber cometido delito alguno. Mientras tanto, el palacio real noruego evitó emitir declaraciones públicas, señalando que el proceso judicial debe seguir su curso normal.
El caso ha generado una gran atención en Noruega, donde la familia real goza de gran popularidad. Høiby, que anteriormente convivió con la familia real y sus hijos, actualmente reside en una vivienda cercana a la residencia oficial, según Sekulic. Hasta que un tribunal determine su culpabilidad o inocencia, Høiby mantiene su libertad bajo la presunción de inocencia.
Conocido popularmente como “Pequeño Marius”, ha sido una figura pública desde su infancia, en un contexto de privilegios y atención mediática, marcada también por su historia familiar. Su padre biológico, Morton Borg, fue condenado por delitos relacionados con drogas y violencia, y Høiby ha reconocido haber utilizado cocaína y enfrentado problemas de adicción.
Este escándalo ha puesto en el centro del debate social y mediático la privacidad y los límites de la familia real, en un momento en que Noruega observa con atención la evolución del caso y sus posibles implicaciones para la institución monárquica.
Información de AP News.