Japón enfrenta una intensa actividad sísmica en las islas Tokara, donde desde el sábado 21 de junio se han registrado más de 470 sismos consecutivos, según informó la Agencia Meteorológica de Japón (JMA). La serie de temblores, que incluye dos con magnitud de 5.1, ha generado preocupación entre las autoridades y la población local, aunque no se han reportado daños graves hasta el momento.
Los sismos más fuertes ocurrieron el domingo 22 y el martes 24 de junio, mientras que la mayoría de los eventos tuvieron una magnitud mínima de 1.0 en la escala de Richter, apenas perceptible para los residentes. La actividad se concentró principalmente en los mares cercanos a las islas Tokara, un archipiélago volcánico compuesto por doce islas, de las cuales siete están habitadas por aproximadamente 700 personas en el extremo suroeste de Kyushu.
La JMA indicó que “la actividad sísmica ha aumentado, dado que esta región ha experimentado períodos prolongados de actividad en el pasado”, y advirtió sobre la posibilidad de réplicas fuertes, recomendando mantener las precauciones correspondientes. En respuesta, algunos habitantes, incluyendo estudiantes, han adoptado medidas preventivas, como el uso de cascos para sus desplazamientos escolares, debido al temor generado por la persistente actividad.
El profesor Yokose Hisayoshi, de la Universidad de Kumamoto, explicó que esta alta actividad se debe a la estructura tectónica de la zona, donde la placa marina filipina se hunde debajo de la placa terrestre, provocando la acumulación de tensión que genera los sismos. Japón, ubicado en el “Cinturón de Fuego del Pacífico”, es especialmente propenso a este tipo de fenómenos debido a la convergencia de varias placas tectónicas.
La región ha sido escenario de frecuentes terremotos en el pasado. En diciembre de 2021, se registraron 308 temblores con una intensidad de 1 en adelante, y en septiembre de 2023, en solo 15 días, hubo 346 sismos. La historia sísmica del archipiélago también incluye eventos significativos como el terremoto de magnitud 5 en Akuseki en 2021 y la serie de temblores que precedieron al devastador sismo de 9.1 y tsunami en marzo de 2011, conocido como el “Gran Terremoto y Tsunami del Este de Japón”, que causó más de 15 mil muertes y daños extensos en infraestructura y medio ambiente.
Las autoridades japonesas continúan monitoreando la situación, recomendando a la población mantener la calma y seguir las indicaciones oficiales para garantizar su seguridad ante posibles réplicas o eventos de mayor magnitud.