Un desprendimiento de hielo y rocas en el sur de Suiza impactó gravemente al pueblo de Blatten, en el cantón de Valais, dejando una persona desaparecida y causando daños significativos en la infraestructura local. La comunidad, que ya había sido evacuada preventivamente la semana pasada ante el riesgo, sufrió la destrucción de varias viviendas tras el evento ocurrido el martes por la tarde.
El deslizamiento, registrado a las 15:30 (13:30 GMT), tuvo lugar en el glaciar de Birch, y fue provocado por un masivo desprendimiento de aproximadamente tres millones de metros cúbicos de material que descendió por la montaña y atravesó el valle que atraviesa el río Lonza. Las imágenes difundidas muestran una avalancha de hielo, rocas y tierra que siguieron su curso sobre la otra montaña del valle, evidenciando la magnitud y velocidad del evento natural.
Las autoridades regionales confirmaron la desaparición de una persona, sin brindar mayores detalles sobre su identidad o circunstancias. Jonas Jeitziner, responsable adjunto de información del servicio de gestión de urgencias, afirmó que muchas viviendas fueron arrasadas por el deslizamiento, que fue esperado desde días antes.
Según Raphaël Mayoraz, encargado de gestión de riesgos naturales en el cantón, el colapso involucró la caída de tres millones de metros cúbicos de rocas sobre el glaciar, arrastrando todo a su paso. El fenómeno ocurrió durante la noche y madrugada del martes y miércoles, en un contexto de creciente preocupación por los efectos del cambio climático en las masas de hielo de la región.
Los deslizamientos de glaciares, fenómenos naturales que han ocurrido en la historia, han visto una intensificación en las últimas décadas debido al calentamiento global. La acelerada pérdida de masa helada, el aumento de agua de deshielo que actúa como lubricante y la descongelación del permafrost, que debilita la estructura del terreno, son algunos de los factores que incrementan la probabilidad de desprendimientos de este tipo.
Expertos advierten que estos eventos no solo representan un riesgo para las comunidades cercanas, sino que también pueden desencadenar inundaciones repentinas, avalanchas y tsunamis en zonas montañosas y costeras, con consecuencias devastadoras para las poblaciones y la infraestructura.
Este incidente en Suiza se suma a una serie de eventos similares en diferentes partes del mundo, evidenciando los efectos del cambio climático en la estabilidad de los glaciares y la necesidad de acciones preventivas para gestionar estos riesgos en el futuro.