El volcán Kilauea, uno de los más activos del mundo, volvió a escena en Hawái con una potente erupción que generó fuentes de lava que alcanzaron los 300 metros de altura en el Parque Nacional de los Volcanes. El evento, ocurrido este fin de semana, iluminó el cielo con un espectáculo natural de gran magnitud, generando preocupación y atención internacional.
Según informes del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el respiradero norte del cráter alcanzó una altura aproximada de 300 metros, mientras que el respiradero sur llegó a los 70 metros. La actividad, que empezó a finales de la semana pasada con pequeñas salpicaduras, se intensificó rápidamente, transformándose en una explosión de lava en movimiento.
El volcán, que ha estado en erupción intermitente desde el 23 de diciembre de 2024, continúa mostrando signos de actividad significativa en su cráter Halemaʻumaʻu. Las fuentes de lava comenzaron a brotar del respiradero norte alrededor de las 11:30 a.m. del sábado, en medio de lluvias intensas que añadieron dramatismo al paisaje natural.
Las autoridades del Parque Nacional de los Volcanes de Hawái mantienen una vigilancia constante y recomiendan a los visitantes mantenerse alejados de las zonas de riesgo, ante la posibilidad de fluctuaciones en la actividad volcánica. Hasta el momento, no se reportan daños humanos ni impactos mayores en las comunidades cercanas.