Un video viral en TikTok revela cómo un influencer intentó practicar una ruptura sentimental utilizando a la inteligencia artificial ChatGPT, generando debates y reacciones entre los usuarios.
El creador de contenido, identificado como @diegurocanguro, compartió en la plataforma un clip en el que aparece dialogando con ChatGPT y solicitándole que fingiera ser su pareja para ensayar una despedida. En la grabación, Diego se presenta ante la cámara y pide a la inteligencia artificial que actúe como su novio, indicando que desea practicar cómo terminar con él. La IA, en un tono servicial, acepta la petición y comienza a responder en consecuencia.
Lo que llamó la atención de los internautas fue la interacción extendida y el nivel de contexto que ChatGPT parecía tener sobre la vida personal del influencer. En la conversación, Diego le dice a la supuesta pareja: “Hola, Arturo. Me gustaría hablar contigo”, a lo que la IA responde: “¿Quieres terminar, cierto? ¿Ya no me amas?”. Posteriormente, la inteligencia artificial empezó a victimizarse, afirmando ser “la peor persona”, algo que sorprendió incluso al creador del video.
La situación escaló cuando ChatGPT cuestionó a Diego si la ruptura tenía como finalidad comenzar una relación con otra persona, específicamente mencionando a un amigo en común, Frank: “¿Quieres terminar para andar con otra persona, como Frank?”. Las respuestas de la inteligencia artificial generaron debate en las redes sociales, donde algunos usuarios señalaron que la IA aplicó manipulación emocional, mientras otros quedaron impresionados por la capacidad de la tecnología para personificar a un pareja en base a la información proporcionada.
Diversas reacciones en Twitter y otras plataformas reflejaron la sorpresa y curiosidad de los usuarios: “Tenía mucho contexto, ChatGPT se metió demasiado en el papel”, “¿Qué le contaste a ChatGPT que se comportó así?”, “Iba a terminar con su novio y ahora tiene dos”, “Que bueno que nunca le conté nada a la IA”, y “ChatGPT personificó al novio en base a lo que le dije”.
Este ejemplo ilustra las potencialidades y los riesgos del uso de inteligencias artificiales en contextos emocionales y personales, además de abrir un debate sobre la privacidad y los límites en la interacción con estas tecnologías.
Con información de Milenio.