En una serie de operativos que han generado preocupación en el sector restaurantero de la capital estadounidense, agentes de inmigración irrumpieron en varias pizzerías de moda, incluyendo Pupatella, en busca de empleados en situación migratoria irregular. Aunque en algunos casos las inspecciones no arrojaron detenciones, los procedimientos sembraron temor entre empleadores y trabajadores.
El pasado 6 de mayo, las autoridades de Seguridad Interior (ICE) realizaron una operación que incluyó inspecciones en varias localidades de Washington y alrededores. Durante estos días, se informó que 189 migrantes indocumentados fueron detenidos y 187 empresas notificadas de inspección, en un esfuerzo por controlar el ingreso y la permanencia irregular de extranjeros en el país, según datos oficiales de la agencia.
En el caso de Pupatella, una popular cadena de pizzerías en el barrio de Dupont y Capitol Hill, los agentes llegaron sin órdenes judiciales en una primera visita, lo que fue rechazado por los responsables de la empresa. Posteriormente, presentaron una notificación oficial de inspección, pero los encargados remitieron a los agentes a la sede social y alertaron a sus asesores legales.
El impacto de estas acciones se extiende más allá del sector restaurantero, dado que los migrantes en situación irregular desempeñan un papel fundamental en diferentes industrias, como la agricultura, la construcción y los servicios, constituyendo una parte esencial de la economía local.
El presidente Donald Trump, quien ha reiterado su visión de una supuesta invasión migratoria, ha convertido la lucha contra la migración ilegal en uno de sus principales ejes políticos. Sin embargo, las operaciones recientes han sido criticadas por su impacto en las comunidades y por la manera en que se llevan a cabo, en particular por la percepción de que generan miedo y desestabilización en el sector laboral.
Por su parte, la Secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, generó controversia al afirmar que el debido proceso, como el habeas corpus, permite expulsar a personas en situación irregular, en un contexto donde la Casa Blanca evalúa la posibilidad de suspender ciertos derechos legales para acelerar las deportaciones.
Estos operativos reflejan la tensión constante entre las políticas migratorias y la realidad económica de muchas comunidades en Washington, donde los migrantes contribuyen significativamente al dinamismo laboral y social.
Con información de El Heraldo.