El director mexicano Guillermo del Toro y el compositor francés Alexandre Desplat ofrecieron una Master Class en el Festival de Cannes, donde compartieron detalles sobre su proceso creativo y adelantaron aspectos de su próximo proyecto, una adaptación de Frankenstein que, según enfatizaron, no será una película de terror.
Durante más de una hora, ambos artistas profundizaron en la musicalización de sus obras cinematográficas, destacando que su enfoque no se centra en el género, sino en la carga emocional de la historia. Del Toro afirmó que su próxima película, protagonizada por Oscar Isaac, Jacob Elordi y Mia Goth, será “una historia muy emocional, sobre ser padre, ser hijo”, y no una cinta de terror como algunos podrían suponer.
Desplat, por su parte, resaltó la naturaleza lírica de la música que acompañará esta adaptación, asegurando que “el cine de Guillermo es muy lírico y Mary Shelley, la autora de Frankenstein, también”. La banda sonora, adelantó, será “muy lírica y sentimental”, diferenciándose de las típicas películas de horror.
El director mexicano también compartió su filosofía sobre el trabajo en cine, destacando la importancia de la escucha activa y el diálogo con sus colaboradores. Para él, la música no solo acompaña las escenas, sino que forma parte esencial de ellas, y su creación responde a la emoción que la historia busca transmitir, no a un género específico.
El evento incluyó proyecciones de secuencias de sus películas como La forma del agua y Pinocho, en las cuales se analizaron los scores y el diseño sonoro, demostrando así la relevancia de la música en la narrativa audiovisual. Además, Desplat interpretó en vivo algunas melodías en el piano, mientras Del Toro tarareaba o cantaba fragmentos de las mismas.
Para cerrar, Guillermo del Toro recibió una partitura original del reconocido compositor francés Georges Delerue, en reconocimiento a su admiración por su obra. La próxima adaptación de Frankenstein, que se espera estrenar en septiembre en la Muestra de Venecia y posteriormente en Netflix, promete ser una historia cargada de emociones, lejos del género de terror que algunos podrían imaginar.